Cartas al director

Águilas de la gerencia

Una brigada dotada con un compresor y un martillo neumático abre una zanja en mi calle para reparar, una avería. Al cabo de dos días de insoportables ruidos y molestias (hace más de 20 años que se utilizan en las obras los martillos silenciosos), un operario me comunica por escrito el corte del suministro del gas por un plazo de 24 horas, transcurrido el cual un funcionario de Gas Madrid se persona en mi ausencia en mi domicilio, levanta el contador y deja un comunicado en el que se me informa que, habiendo sido detectadas ciertas fugas en la instalación interior, no se reanudará el servicio e...

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Una brigada dotada con un compresor y un martillo neumático abre una zanja en mi calle para reparar, una avería. Al cabo de dos días de insoportables ruidos y molestias (hace más de 20 años que se utilizan en las obras los martillos silenciosos), un operario me comunica por escrito el corte del suministro del gas por un plazo de 24 horas, transcurrido el cual un funcionario de Gas Madrid se persona en mi ausencia en mi domicilio, levanta el contador y deja un comunicado en el que se me informa que, habiendo sido detectadas ciertas fugas en la instalación interior, no se reanudará el servicio en tanto no proceda a renovarla de acuerdo con las nuevas normas. Es ya cosa de dominio público que las nuevas instalaciones se preparan para el suministro de gas natural a más presión que el de ciudad, y el procedimiento inventado por Gas Madrid para no cargar con el muerto de las conducciones interiores es inventar una fuga previa, cortar el suministro y no reanudarlo en tanto el usuario no proceda a la renovación a su costa. Un comportamiento verdaderamente cívico, sin duda discurrido por un águila de la gerencia, al que desde aquí le deseo toda clase de fugas.-

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