Gases sustitutivos de los CFC dañan menos el ozono, pero también recalientan la Tierra

Unos gases utilizados como sustitutos de los productos clorofluorocarbonados (CFC) son al menos 10 veces menos dañinos en lo que a mermar la capa de ozono se refiere, pero siguen teniendo una considerable relación con el incremento del efecto invernadero, según informa Nature en su último número.

El investigador norteamericano Donald Fisher, que encabeza en Delaware un grupo de trabajo de la empresa Du Pont de Nemours que ha utilizado modelos computerizados en sus trabajos, examina en un artículo los efectos provocados por los gases CFC (utilizados sobre todo en refrigeradores, cier...

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Unos gases utilizados como sustitutos de los productos clorofluorocarbonados (CFC) son al menos 10 veces menos dañinos en lo que a mermar la capa de ozono se refiere, pero siguen teniendo una considerable relación con el incremento del efecto invernadero, según informa Nature en su último número.

El investigador norteamericano Donald Fisher, que encabeza en Delaware un grupo de trabajo de la empresa Du Pont de Nemours que ha utilizado modelos computerizados en sus trabajos, examina en un artículo los efectos provocados por los gases CFC (utilizados sobre todo en refrigeradores, ciertos plásticos y aerosoles) en comparación con los sustitutos denominados hidrofluoroclorocarbonos (HCFC).El mayor problema de los primeros es que son capaces de alcanzar la estratostera, situada a 22 kilómetros de la superficie terrestre, y atacar allí la capa de ozono, que es vital para la vida en la Tierra porque filtra los rayos ultravioletas procedentes del Sol. Los HCFC, gracias al hidrógeno que contienen, son en su mayor parte degradados antes de alcanzar la estratosfera, lo que les hace menos peligrosos.

Los HCFC, sin embargo, también son capaces de absorber calor procedente de la superficie terrestre -igual que los CFC- por lo que su difusión en la atmósfera contribuye igualmente a fomentar el efecto invernadero, que puede provocar un perceptible aumento de la temperatura media del planeta en las próximas décadas.

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