La mayoría de los bares de Aurrerá incumple la legislación
Un total de 27 agentes de la Policía Municipal han realizado en los últimos cinco días una operación disuasoria en la zona del barrio de Argüelles conocida como los bajos de Aurrerá. La ofensiva tenía como objetivo vigilar el cumplimiento de las ordenanzas municipales por los dueños de los locales de hostelería. Al menos 47 establecimientos incumplían las normas sobre aforo, salubridad o salidas de emergencia.
La operación se llevó a cabo en dos fases. En la primera, realizada los dias 20, 21 y 22, participaron miembros de Protección Civil y, técnicos de la Junta de Chamberí, que...
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Un total de 27 agentes de la Policía Municipal han realizado en los últimos cinco días una operación disuasoria en la zona del barrio de Argüelles conocida como los bajos de Aurrerá. La ofensiva tenía como objetivo vigilar el cumplimiento de las ordenanzas municipales por los dueños de los locales de hostelería. Al menos 47 establecimientos incumplían las normas sobre aforo, salubridad o salidas de emergencia.
La operación se llevó a cabo en dos fases. En la primera, realizada los dias 20, 21 y 22, participaron miembros de Protección Civil y, técnicos de la Junta de Chamberí, que pidieron a los dueños de los bares N, discotecas sus licencias y, revisaron los locales. En la segunda, realizada durante las noches del viernes y, el sábado, con los locales a rebosar, la policía comprobó si se expedían bebidas a menores de edad, si se consumía droga o se cumplían las normas sobre aforo.De los 70 locales revisados, 22 tenían más público del permitido y 25 incumplían normas sobre salubridad o salidas de emergencia. Se descubrió un local con la puerta de emergencia cerrada mediante un candado.
El viernes, los agentes realizaron más de 40 cacheos, cientos de identificaciones y se incautaron de unos 20 gramos de hachís y tres armas blancas. No se registraron incidentes. Durante esta semana se unificarán todos los datos recogidos y se levantarán expedientes a algunos locales.
Algunos propietarios de establecimientos se quejaron por la actuación policial porque perjudicaba a su negocio "en el día en el que más gente viene". Muchos bares tenían letreros invitando a no entrar a los menores y a no consumir porros (cigarrillos de droga) en su interior.