La Mutua Madrileña decide no asegurar automóviles de la marca Ford

La Mutua Madrileña Automovilista ha decidido suspender temporalmente la contratación de seguros para los vehículos de la marca Ford. Esta decisión es una respuesta a la pretensión de los talleres de carrocería de Madrid concesionarios de la citada marca "de intentar imponer unos precios en las reparaciones superiores en un 50% a las vigentes hasta el 31 de diciembre pasado", según afirmó el director general de la mutua aseguradora, Justo Toledo.Respecto a sus actuales asegurados propietarios de coches Ford, el director general de La Mutua dijo que en pocas días se les remitirá una carta dándol...

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La Mutua Madrileña Automovilista ha decidido suspender temporalmente la contratación de seguros para los vehículos de la marca Ford. Esta decisión es una respuesta a la pretensión de los talleres de carrocería de Madrid concesionarios de la citada marca "de intentar imponer unos precios en las reparaciones superiores en un 50% a las vigentes hasta el 31 de diciembre pasado", según afirmó el director general de la mutua aseguradora, Justo Toledo.Respecto a sus actuales asegurados propietarios de coches Ford, el director general de La Mutua dijo que en pocas días se les remitirá una carta dándoles cuenta de los pasos que deben seguir a fin de que puedan reparar sus coches siniestrados, "con total garantía y en circunstancias de absoluta normalidad".

Según afirmó Justo Toledo, su compañía ha incrementado un 25% de media ponderada las tarifas que paga a los talleres de reparación, lo que le representará un desembolso adicional de unos 3.500 millones de pesetas.

Las pretensiones de los talleres, sin embargo, parecen ir más alla, hasta el punto de que, según manifestó el director general de la Mutua Madrileña, "se están utilizando conductas atentatorias a la ley de Defensa de la Competencia y se llevando a cabo actuaciones que no se ajustan estrictamente a las leyes".

La decisión adoptada por los responsables de la Mutua se produce pocas fechas después de que se conociera la existencia de un Documento base para la negociación con las aseguradoras, preparado por la Asociación de Concesionarios de Automóviles Intermarcas de Madrid (ACIMA). Dicha asociación, creada para representar a los talleres en sus negociaciones con las compañías de seguros, defendía en su Documento base que la estrategia a seguir con las aseguradoras que no aceptaran sus reglas debería consistir en provocar un enfrentamiento del cliente con su compañía, para lo cual debían cobrarse las reparaciones al cliente y no a la aseguradora.

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