Reportaje:

Bernabé son cinco

La familia del donante del primer pulmón implantado en España explica su decisión

"Madre, que me voy a los toros, ¿me dejas el coche?". Eran las 15.30 del domingo. "Pero, hijo, ¿qué dices? ¿Me vas a tener que pedir permiso con 28 años? le respondió Feliciana. Una hora más tarde, una llamada avisó que el automóvil -en el que además de Bernabé viajaban su novia y Alfonso, un amigo- se había estrellado contra un árbol. Bernabé moriría horas más tarde y se convertiría así en el donante del primer pulmón implantado en España. El resto de sus órganos viven de nuevo abrochados al cuerpo de otras gentes.

El joven, amante de los toros, había subido al Mercedes y había enfilad...

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"Madre, que me voy a los toros, ¿me dejas el coche?". Eran las 15.30 del domingo. "Pero, hijo, ¿qué dices? ¿Me vas a tener que pedir permiso con 28 años? le respondió Feliciana. Una hora más tarde, una llamada avisó que el automóvil -en el que además de Bernabé viajaban su novia y Alfonso, un amigo- se había estrellado contra un árbol. Bernabé moriría horas más tarde y se convertiría así en el donante del primer pulmón implantado en España. El resto de sus órganos viven de nuevo abrochados al cuerpo de otras gentes.

El joven, amante de los toros, había subido al Mercedes y había enfilado la carretera hacia Valdemorillo desde su casa, en Cadalso de los Vidrios, un pueblo encastrado en el rincón suroeste de Madrid a más de 70 kilómetros ele la capital. Su viaje concluyo en el hospital Clínico de Madrid cuatro horas después. Le metieron en el quirófano inmediatamente para tratar de solucionar su grave traumatismo cerebral.Feliciana recuerda aquellas palabras que, un médico musitó a mediodía del lunes, estando Bernabé ingresado ya en la unidad de cuidados intensivos: "Mire, su hijo, está clínicamente muerto, su cerebro no vive. Pero es un persona joven y sana, y sus órganos podrían servirle a mucha gente. Tiene cuatro o cinco horas para pensarlo".

A Feliciana, de 53 años, se le durmieron las manos. Según cuenta su familia, ha enjalbegado las paredes de las casas, ha recolectado aceitunas, ha hecho de todo para sacar a los suyos adelante.. Deseó que ninguna madre sufriese lo que estaba pasando ella -"me sentí la madre de todos"- y autorizó la donación. Su marido -maquinista de tractores, como Bernabé, muerto (de un infarto- se había convertido en donante hacía seis años.

Los médicos debieron respirar. Hubo suerte. Uno de cada tres donantes potenciales identificados en el Clínico, según el coordinador de trasplantes del centro, Manuel Gómez Gutiérrez, no puede llegar a serlo porque la familia se niega -lo más frecuente- o por problemas médicos. La decisión de Feliciana, en la tarde del lunes, puso en danza, como ocurre habitualmente, a más de un centenar de personas en una frenética actividad: fruto de la labor iniciada por los profesionales del Clínico se cuidaron y extrajeron los órganos, con la ayuda de equipos de otros hospitales, y se trasladaron a los centros receptores, gracias a la Policía Municipal. Un centro coordinador ubicado en Barcelona decidió, por la gravedad y la adecuación, los destinatarios de los órganos. Entre ellos estaba Mercedes, la primera receptora en España de un pulmón aislado.

Como ocurre habitualmente, gracias a Bernabé viven ahora cinco personas: aparte de los receptores del corazón y el pulmón, los riñones, implantados en el Clínico, funcionaban ayer dentro de sus destinatarios. Fragmentos de sus huesos están en el banco del centro. El hígado fue trasplantado en otro centro madrileño, el Doce de Octubre, donde también reposa su laringe congelada. Puede que las córneas hayan sido implantadas ya.

"Me alivia que parte de mi hijo -moreno, de Ojos verdes, tan bueno, que fue el hijo y el padre, y guapo, y no es que lo diga yo, que soy su madre- siga viviendo", lloraba ayer Feliciana en su casa de pueblo atestada de gente. "¡Cuánto me alegro de que se haya salvado una criatura! La tierra ya come bastante, que vivan los vivos". Consuelo, una de las dos hermanas de Bernabé, a quien él le había dado "25 años de felicidad", los mismos que ella tiene, siente "un gran alivio".

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