Ánimo de lucro

El reciente fallecimiento de un entrenador de fútbol ha puesto de manifiesto un problema evidente: el lamentable estado y la falta de control existente en lo relativo a las clínicas privadas.Es habitual en nuestros días leer o escuchar críticas relativas a los hospitales públicos; probablemente la mayoría de ellas son acertadas. Sin embargo, llama la atención que se pase por alto la precaria situación en que se encuentra la casi totalidad de centros privados.

En los hospitales privados, la carencia de medios técnicos y humanos adecuados es lo habitual. Comoquiera que el criterio fundame...

El reciente fallecimiento de un entrenador de fútbol ha puesto de manifiesto un problema evidente: el lamentable estado y la falta de control existente en lo relativo a las clínicas privadas.Es habitual en nuestros días leer o escuchar críticas relativas a los hospitales públicos; probablemente la mayoría de ellas son acertadas. Sin embargo, llama la atención que se pase por alto la precaria situación en que se encuentra la casi totalidad de centros privados.

En los hospitales privados, la carencia de medios técnicos y humanos adecuados es lo habitual. Comoquiera que el criterio fundamental que rige su actividad es el ánimo de lucro, se ahorra todo lo posible. El personal de estos centros es muy escaso y cobra salarlos muy bajos, el mínimo posible en la mayoría de los casos. Ello da lugar a que en ocasiones existan trabajadores desempeñando funciones superiores a las propias de su formación: auxiliares de clínica haciendo las veces de ATS, médicos generales jóvenes e inexpertos haciendo las veces de especialistas, etcétera. No es inusual encontrar trabajando en estos centros a médicos refugiados políticos que tienen que aguantar las precarias condicionés de trabajo por mera supervivencia.

En lo referente a los medios técnicos, la situación es similar, careciendo estos sanatorios de prestaciones básicas, aunque, eso sí, a veces se compran el último aparato novedoso con fines de propaganda y de negocio.-