Tiempos de 'cambio' para los estudiantes chinos

El primer año en la universidad de Pekín hay que pasarlo en un centro militar para aprender disciplina

Este año no es muy divertido ser estudiante de primer curso en la universidad de Pekín, desterrado en un estricto campamento militar para aprender disciplina y actitudes políticas correctas. Aquí no existe el ambiente relajado del campus y la sensación de ser la primera vez que uno se aleja de casa. La vida en la localidad de Shijiazhuang es peor que bajo el control paterno: los 730 estudiantes se levantan a las siete de la mañana, les han cortado el pelo, llevan uniformes militares y siguen una. rutina agotadora que incluye artes marciales, prácticas de tiro, estudios marxistas y educación cl...

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Este año no es muy divertido ser estudiante de primer curso en la universidad de Pekín, desterrado en un estricto campamento militar para aprender disciplina y actitudes políticas correctas. Aquí no existe el ambiente relajado del campus y la sensación de ser la primera vez que uno se aleja de casa. La vida en la localidad de Shijiazhuang es peor que bajo el control paterno: los 730 estudiantes se levantan a las siete de la mañana, les han cortado el pelo, llevan uniformes militares y siguen una. rutina agotadora que incluye artes marciales, prácticas de tiro, estudios marxistas y educación clásica.

Los estudiantes están aquí por orden del nuevo Gobierno de mano dura, tras la sangrienta represión del levantamiento de Tiananmen. En parte, enviar a los estudiantes a la desolada y rural Shijiazhuang, al sur de Pekín, constituye un castigo a la universidad de Pekín, la más prestigiosa de China, que fue el centro neurálgico de la rebelión masiva dirigida por los estudiantes, y en parte es un esfuerzo de las autoridades por asegurarse de que lo de Tiananmen no volverá a ocurrir.Las noticias de los estudiantes que están tras los amenazadores muros de la academia al sur de Pekín son controladas cuidadosamente para dar la impresión de que estos jóvenes potencialmente díscolos están agradecidos al Gobierno por inculcarles la actitud política correcta. Los periódicos rebosan citas de estudiantes que parecen escritas por propagandistas del Gobierno. Misivas tales como "Necesitamos este tipo de adiestramiento para ampliar nuestro conocimiento político tras las manifestaciones contrarrevolucionarias de Pekín", o "El adiestramiento militar es bueno para la fuerza de voluntad y para la salud. Quienquiera que seas y hagas lo que hagas, debes tener la valentía y la fidelidad del soldado", o "Siento una sensación de frescura y solemnidad cuando me pongo el uniforme, y trabajaré duramente el año que tengo por delante".

Reglas draconianas

Cualquier expresión de protesta de los estudiantes se limita a trivialidades. Por ejemplo, un joven se había hecho la permanente y tuvo que cortarse el pelo; su comentario: "¡Qué pena!".

Los estudiantes tienen que soportar que este año su número se haya reducido en un tercio aproximadamente. Sin pasar por el campamento militar no se les permitirá volver al campus el año que viene.

Pero incluso los estudiantes más afortunados de la universidad de Pekín, que fueron autorizados a regresar al campus, tuvieron que enfrentarse a una conmoción. Les saludaron con nuevas reglas draconianas que incluyen la prohibición de retratos de personajes, octa-villas, asociación ilegal, mahjong y vino. Tal como lo planteaba el diario oficial de Pekín, estas medidas están encaminadas a "la rectificación del pensamiento y la disciplina en la Universidad y normas administrativas adicionales".

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Hace unas semanas, en el campus había pancartas instando a los estudiantes a "defender los cuatro principios cardinales" y a "luchar contra el liberalismo burgués". En terminología política china, los "cuatro principios cardinales" son la adhesión al estilo socialista, defender la dictadura del proletariado, seguir el pensamiento marxista-leninista y el de Mao Zedong, y finalmente reconocer el liderazgo del partido comunista. El alcance de esta intrusión política en la vida universitaria es algo nunca visto desde los días de la brutal revolución cultural de Mao y marca un significado contraste con los últimos años, en los que la ideología prácticamente no jugaba papel alguno en la vida del campus.

Por todo el país los estudiantes temen que la decisión de enviar a los estudiantes de primer año de la universidad de Pekín a academias militares pueda convertirse rápidamente en un requisito para todas las universidades. Por el momento, las autoridades ya han enviado a otros cuantos miles de estudiantes de primer año pertenecientes a seis universidades provinciales a academias militares, donde permanecerán durante un período de tiempo más corto. Un funcionario de la Comisión Estatal para la Educación confirmó que estudiantes de las universidades de Lanzhou, Chongqing y Sichuan, así como de la Escuela Médica de Huanxi, la Escuela de Comunicaciones de Xian y la Escuela Normal de Shaanxi debían recibir instrucción militar en campamentos del Ejército durante dos meses. Estudiantes de otras 137 instituciones recibirán instrucción militar durante dos meses en los campus.

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