Excesos modernizadores
Galicia sigue siendo, por sí sola, una de las primeras potencias europeas en pesca y sus rías son el mejor hábitat natural para la acuicultura (agricultura marina), pero los programas institucionales todavía están intentando renovar los esquemas organizativos y productivos tradicionales, incluida la necesidad de observar las vedas.
El campo, pese a la imagen generalizada, está hipermecanizado y el parque de tractores es, proporcionalmente, el mayor de España, pero su uso, en buena parte, se ha limitado a sustituir al carro de vacas: todos quieren tener uno propio, aunque sea para ut...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Galicia sigue siendo, por sí sola, una de las primeras potencias europeas en pesca y sus rías son el mejor hábitat natural para la acuicultura (agricultura marina), pero los programas institucionales todavía están intentando renovar los esquemas organizativos y productivos tradicionales, incluida la necesidad de observar las vedas.
El campo, pese a la imagen generalizada, está hipermecanizado y el parque de tractores es, proporcionalmente, el mayor de España, pero su uso, en buena parte, se ha limitado a sustituir al carro de vacas: todos quieren tener uno propio, aunque sea para utilizarlo como medio de transporte. Cultivos con tanto futuro como el del kiwi son tan rentables como poco extendidos.
Se están produciendo incluso excesos de modernización. El último ejemplo es la restauración de San Esteban de Rivas de Sil (Orense), un monasterio de tres claustros que fue cuartel general de la Inquisición. La reforma incluyó la instalación de una cafetería, un salón de actos para 200 personas (la aldea cercana no supera el centenar de habitantes), una mampara de vidrio y la desaparición de un jardín con 60 especies distintas. Uno de los responsables del proyecto desestimó las críticas de vecinos y ecologistas diciendo que "ya hay mucha naturaleza en los alrededores".