La universidad del Príncipe

Varias universidades españolas abrigaban la esperanza de ser escogidas para hacerse cargo de formación civil del Príncipe de Asturias. La eleeción final de la UAM provocó cierta sorpresa e incluso alguna pataleta absurda.

La proverbial prudencia de la Casa Real se reflejó en una exquisita ausencia de explicaciones para la elección del campus de Cantoblanco, el mismo en que la Reina había seguido, varios años antes, los estudios de su acreditado Curso de Humanidades Contemporáneas. En la UAM cursa actualmente el Príncipe de Asturias el segundo año de la carrera de Derecho, cor...

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Varias universidades españolas abrigaban la esperanza de ser escogidas para hacerse cargo de formación civil del Príncipe de Asturias. La eleeción final de la UAM provocó cierta sorpresa e incluso alguna pataleta absurda.

La proverbial prudencia de la Casa Real se reflejó en una exquisita ausencia de explicaciones para la elección del campus de Cantoblanco, el mismo en que la Reina había seguido, varios años antes, los estudios de su acreditado Curso de Humanidades Contemporáneas. En la UAM cursa actualmente el Príncipe de Asturias el segundo año de la carrera de Derecho, cornplementado con estudios generales de Economía.

Recién cumplidos veinte años de existencia, con sus 30.000 alumnos, la Autónoma es, por su volumen, la segurida de las cinco universidades madrileñas. Pensada inicialmente para unos 8.000 estudiantes, sufre actualmente los efectos de la masificación, comunes al resto de la mayoría de las universidades españolas, aunque muy lejos de los que padece la gigantesca Complutense, hoy por encima de los 120.000 alumnos.

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La relativa racionalidad de su matrícula contribuyó a que hace ya unos diez años la UAM se convirtiera en una preciada meta para muchos profesores de otras universídades atraídos, además, por el creciente prestigio de sus centros, especialmente de sus facultades de Ciencias y de Medicina.

Tal vez la insistencia de los. medios de comunicación en subrayar exclusivamente la labor de esos dos centros haya contribuído a generar una cierta injusticia, porque también sus facultades de Humanidades han seguido un proceso en todo paralelo.

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