El Defensor del Pueblo envía dos asesores para investigar el caso de los polizones zaireños

El Defensor del Pueblo, Álvaro Gil Robles, ha enviado a dos de sus asesores a Barcelona para investigar los supuestos malos tratos inferidos presuntamente por la policía a 10 polizones zaireños que fueron repatriados a bordo de un barco alemán el pasado 1 de diciembre desde el puerto de la ciudad catalana.

Asimismo, Gil Robles ha enviado un fax al delegado del Gobierno en Canarias, Eligio Hernández, para que le comunique si el citado barco arriba a alguno de los puertos del archipiélago. Testigos presenciales denunciaron ante la Asociación Pro Derechos Humanos que vieron a la policí...

El Defensor del Pueblo, Álvaro Gil Robles, ha enviado a dos de sus asesores a Barcelona para investigar los supuestos malos tratos inferidos presuntamente por la policía a 10 polizones zaireños que fueron repatriados a bordo de un barco alemán el pasado 1 de diciembre desde el puerto de la ciudad catalana.

Asimismo, Gil Robles ha enviado un fax al delegado del Gobierno en Canarias, Eligio Hernández, para que le comunique si el citado barco arriba a alguno de los puertos del archipiélago. Testigos presenciales denunciaron ante la Asociación Pro Derechos Humanos que vieron a la policía introducir en un cubículo de tres por cuatro metros a los zaireños "desnudos, esposados y ensangrentados". Los testigos presenciales denunciaron malos tratos hacia los extranjeros, quienes fueron expulsados de España por estar en situación ilegal. El Defensor del Pueblo se puso al habla con el fiscal general del Estado, Javier Moscoso, de quien obtuvo el compromiso de intervenir en este caso por presuntos malos tratos. Fuentes de la Embajada de Zaire reiteraron su preocupación, que han comunicado al Ministerio de Asuntos Exteriores.

Próximamente un representante del área de África Subsahariana del citado ministerio recibirá al embajador de Zaire en Madrid para hablar sobre este asunto. Los zaireños durmieron en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía y no fueron enviados por vía aérea, como suele ser habitual.