Cuatro buques y un avión buscan cientos de troncos perdidos en el Mediterráneo

La Capitanía General de la Zona Marítima del Mediterráneo, con sede en Cartagena, ha autorizado el despliegue de un dispositivo de tres buques, un remolcador y un avión para localizar y rescatar los cientos de troncos perdidos el pasado mes de octubre por un carguero israelí.

Según fuentes de las cofradías de pescadores, tres embarcaciones de Calpe, Villajoyosa (Alicante) Y Cartagena (Murcia) han sufrido daños por colisión con estos troncos que pesaban 10 toneladas y miden 13 metros.El accidente del buque de bandera israelí Negba se produjo el 10 de octubre a 40 millas al sur de ...

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La Capitanía General de la Zona Marítima del Mediterráneo, con sede en Cartagena, ha autorizado el despliegue de un dispositivo de tres buques, un remolcador y un avión para localizar y rescatar los cientos de troncos perdidos el pasado mes de octubre por un carguero israelí.

Según fuentes de las cofradías de pescadores, tres embarcaciones de Calpe, Villajoyosa (Alicante) Y Cartagena (Murcia) han sufrido daños por colisión con estos troncos que pesaban 10 toneladas y miden 13 metros.El accidente del buque de bandera israelí Negba se produjo el 10 de octubre a 40 millas al sur de las islas Baleares. En una tormenta, en la que esta embarcación alcanzó hasta una inclinación de 30 grados, perdió su cargamento de 800 troncos de madera de ocumen procedente de Gabón. Las corrientes marinas y los vientos de Levante arrastraron estos troncos hasta las costas de Alicante, Murcia y el norte de África.

Los primeros troncos fueron avistados frente al cabo de Palos. Hasta el momento se han rescatado unos 220 troncos. Otros dos centenares parece que han derivado hacia las costa del norte de África. Permanecen en aguas litorales españolas, según el patrón mayor de Cartagena, Pedro López Llorente, unos 300.

Los pescadores de Cartagena decidieron no salir a faenar de noche para evitar colisiones, como las que ya han sufrido tres embarcaciones.

Las negociaciones con la naviera israelí han entrado en un puerto muerto ya que, según Pedro López Llorente, "aducen que el accidente marítimo fue como un accidente divino y nosotros no podemos llevar a Jesucristo a los tribunales". Se han desarrollado en un clima que el patrón mayor de Cartagena ha calificado de agrio, -porque además", indica, "me dijeron que el barco es de una empresa estatal, constituida en cooperativa, donde el 33% de las acciones es de los trabajadores, como si los pescadores no lo fuéramos".

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