Muerte cerebral de una niña a la que se iba a practicar un trasplante de higado

La donación múltiple de órganos- higado, corazón y riñones- que realizaron ayer al mediodía los familiares de un joven de 21 años que ingresó en el hospital Virgen de Aránzazu de San Sebastián, con traumatismo creaneoencefálico, llegó tarde a Madrid. La niña Estefanía Fariñas, de siete años, ingresada en el hospital Doce de Octubre de Madrid desde hace dos años para un trasplante hepático, se encontraba en situación de muerte cerebral cuando los médicos practicaron las pruebas si aún era viable la intervención.

Tras este diagnóstico el equipo médico que dirige el doctor Enrique Moreno d...

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La donación múltiple de órganos- higado, corazón y riñones- que realizaron ayer al mediodía los familiares de un joven de 21 años que ingresó en el hospital Virgen de Aránzazu de San Sebastián, con traumatismo creaneoencefálico, llegó tarde a Madrid. La niña Estefanía Fariñas, de siete años, ingresada en el hospital Doce de Octubre de Madrid desde hace dos años para un trasplante hepático, se encontraba en situación de muerte cerebral cuando los médicos practicaron las pruebas si aún era viable la intervención.

Tras este diagnóstico el equipo médico que dirige el doctor Enrique Moreno decidió transplantar el hígado a otra paciente, Vicenta Alfaro, de 59 años, quien padecía un fallo hepático fulminante.La escasez de donantes y las dificultades de coordinación entre donantes hacen que esta situación no se algo inusitado, según explica el doctor Iganacio Gonzálo Pinto, que ayer coordinó a los hospitales de Madrid y San Sebastián.

Estefania Fariñas llegó a Madrid desde El Ferrol hace dos semanas. "Se previa una evolución negativa de su dolencia, pero no era una urgencia cero [necesidad de un trasplante antes de 24 ó 48 horas]. Este fin de semana su estado se agravó y se decidió pedir a la Coordinadora Nacional de Transplantes un hígado para ella aunque no fuesen compatibles el grupo de sangre ni el tamaño", explica González Pinto. Desde que se vio la urgencia del transplante, Estefanía permaneció en la unidad de cuidados intensivos del hospital materno-infantil, a mucha mcdicación y con una situación neurológica dudosa."Cuando se le retiró la medicación para realizar las pruebas se produjo el fallo cerebral y en los encefalogramas ha dado plano", dice González Pinto, al tiempo que confiesa: "Se me saltaban las lágrinas cuando veía llorar a la madre mientras el doctor García le comuunicaba la noticia". La madre, Matilde Fariñas, tuvo que recibir médica.

Rápida evolución

"Estefanía tenía problemas hepáticos desde que nació pero nadie esperaba que la evolución desfavorable de su enfermedad fuese tan rápida". dice José Manuel Fariñas, hermano de Matilde.En la misma planta que Estefanía está ingresado Alberto, de 10 años, que tras recibir dos transplantes parciales en 1988, está a la espera áe un tercero. Los rechazos que ha sufrido le han supuesto en el último año otras cinco operaciones. El equipo del doctor Moreno González tiene en estudio actualmente a 60 enfermos, pero tan sólo hay decidídos 27 transplantes, siete de ellos a niños, según el doctor González Pinto.

En la tarde de ayer se pusieron de manifiesto las dificultades de coordinación que surgen entre los hospitales. A la una de la tarde se comunicó desde San Sebastián que había un posible donante, pero hasta las 18.55 horas no se confirmó su existencia. Para entonces ya estaban preparados los cuatro cirujanos del Doce de Octubre y otros tres del hospital Gregorio Marañón que se iban a desplazar a San Sebastián para realizar la extracción del higado y el corazón. Pero aún no estaba disponible el avión que les debía trasladar ni realizadas todas las pruebas a la paciente, Vicenta Alfaro, que iba a recibir el órgano. En las horas que mediaron entre el primer y el segundo encefalograma plano del donante fue necesario convencer al equipo de urología del Virgen de Aránzazu que debía extraer los riñones, que esperase la llegada de los cirujanos de Madrid.

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