El hijo prematuro de un policía municipal de Jaén, octavo afectado de ceguera

Un niño cuyo nombre responde a las iniciales de C. C. M., hijo del policía municipal de Jaén Julián Colmenero, se ha quedado ciego después de haber estado en alguna de las 30 incubadoras del servicio de Pediatría del hospital Ciudad de Jaén. Este niño, que nació el pasado 15 de mayo, a los seis meses de gestación, estuvo durante 45 días en la incubadora fue sometido a oxigenoterapia, lo mismo que siete casos anteriores. Los padres de siete niños prematuros ciegos nacidos en Jaén —seis de ellos entre los meses de febrero y abril de 1988— han presentado una denuncia en el juzgado par...

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Un niño cuyo nombre responde a las iniciales de C. C. M., hijo del policía municipal de Jaén Julián Colmenero, se ha quedado ciego después de haber estado en alguna de las 30 incubadoras del servicio de Pediatría del hospital Ciudad de Jaén. Este niño, que nació el pasado 15 de mayo, a los seis meses de gestación, estuvo durante 45 días en la incubadora fue sometido a oxigenoterapia, lo mismo que siete casos anteriores. Los padres de siete niños prematuros ciegos nacidos en Jaén —seis de ellos entre los meses de febrero y abril de 1988— han presentado una denuncia en el juzgado para que se "esclarezca si se les aplicó o no la dosis correcta de oxígeno".

Asimismo, Vivián Espejo, vecino de Porcuna (Jaén) y padre de la niña Ana Patricia, de 10 años, afirma que su hija, hoy internada un centro de Madrid, dependiente de la ONCE, también nació en el centro maternal del hospital Ciudad de Jaén.

Vivián señala que su hija "fue tratada, lo mismo que la mayoría de los otros niños ciegos, por Braulio Alcántara", responsable del servicio de Neonatología de este hospital. El policía municipal Julián Colmenero ha asegurado que, por el momento, no piensa presentar denuncia.

La Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía afirma en una nota, en base al informe del director gerente del hospital Ciudad de Jaén, que estos casos se presentan en todos los hospitales donde se tratan niños prematuros y que no hay explicación científica satisfactoria, aunque el factor fundamental parece ser la inmadurez y el bajo peso de los niños, que afecta a la retina y a los sistemas nervioso, respiratorio y auditivo.

La nota añade que por debajo de 1.500 gramos de peso, los riesgos aumentan, y que la terapéutica (oxígeno, nutrición parenteral, fototerapia, transfusiones y respiración asistida) necesaria es un factor coadyuvante en la aparición de alteraciones.

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