Un hombre de la llanura de la Bekaa

Tras los señores feudales del norte, le ha llegado el turno de la presidencia libanesa a un hombre de la llanura de la Bekaa. Elias Haraui, de 60 años, es un terrateniente de hablar franco y actitud dialogante, uno de los pocos políticos cristianos que en Líbano defienden el laicismo frente a los proyectos políticos confesionales. Diputado por su Zahle natal desde las últimas elecciones celebradas en 1972, ha sido ministro de Obras Públicas de 1980 a 1982, durante el mandato del presidente Elias Sarkis, pese a lo cual es considerado en medios políticos como un hombre público de segundo plano.E...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Tras los señores feudales del norte, le ha llegado el turno de la presidencia libanesa a un hombre de la llanura de la Bekaa. Elias Haraui, de 60 años, es un terrateniente de hablar franco y actitud dialogante, uno de los pocos políticos cristianos que en Líbano defienden el laicismo frente a los proyectos políticos confesionales. Diputado por su Zahle natal desde las últimas elecciones celebradas en 1972, ha sido ministro de Obras Públicas de 1980 a 1982, durante el mandato del presidente Elias Sarkis, pese a lo cual es considerado en medios políticos como un hombre público de segundo plano.El nuevo presidente libanés está mucho menos vinculado que su predecesor, René Muawad, al clan de Sgorta, que encabeza el ex presidente Suleiman Frangie. De estilo sencillo, poco amigo del fasto y de los contactos con los medios de comunicación, llega tal vez a la jefatura del Estado con menos experiencia, pero con el respaldo de distintos frentes. De un lado, su pertenencia a la Asociación de Diputados Maroníes Independientes, le vincula con los sectores políticos cristianos. De otro, su militancia en favor de acuerdos regionales para salir de la crisis libanesa le ha llevado a defender las buenas relaciones con Damasco.

Igual que en 1983, apoyó el acuerdo entre Líbano e Israel; dos años más tarde se declaró partidario del pacto tripartito entre las milicias libanesas, apadrinado por Siria. Tampoco hay que olvidar la importancia de su ciudad de origen, Zahle, la principal localidad cristiana de la llanura de la Bekaa, feudo de los integristas shiíes pro-iraníes y sólo parcialmente controlada por las fuerzas sirias. En Zahle, sus tierras y sus inversiones en diferentes campos de la industria, le han valido asimismo relaciones con otros países árabes e incluso con otros políticos libaneses, como el presidente del Parlamento, Husein Huseini.

Elias Harauí cursó estudios secundarios en Beirut. Apenas concluyó un año de Derecho en la universidad de Saint Joseph. Casado en dos ocasiones, tiene cinco hijos. En la anterior elección presidencial, el pasado 5 de noviembre, se mencionó su condición de divorciado como un eventual impedimento por parte de la iglesia maroní para acceder a la presidencia de la nación.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En