Los 'prismáticos ultrasónicos'.
La policía británica mostró ayer a la Prensa, en Londres, por primera vez, el moderno aparato, camuflado en forma de prismáticos, con el que James Laming, de 49 años, fue capaz de aterrorizar al caballo Ile de Chypre con ultrasonidos inaudibles para las personas cuando iba el primero en la prueba hípica de la Copa de Oro de Ascot de 1988. Ile de Chypre se desbocó y derribó a su jinete, Greville Starckey, y James Laming, apoyado por una banda de narcotraficantes, logró con ese sistema enormes beneficios económicos en las apuestas. El arma, pese a su inofensiva apariencia -unos nor...
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La policía británica mostró ayer a la Prensa, en Londres, por primera vez, el moderno aparato, camuflado en forma de prismáticos, con el que James Laming, de 49 años, fue capaz de aterrorizar al caballo Ile de Chypre con ultrasonidos inaudibles para las personas cuando iba el primero en la prueba hípica de la Copa de Oro de Ascot de 1988. Ile de Chypre se desbocó y derribó a su jinete, Greville Starckey, y James Laming, apoyado por una banda de narcotraficantes, logró con ese sistema enormes beneficios económicos en las apuestas. El arma, pese a su inofensiva apariencia -unos normales prismáticos negros-, esconde dos emisores en miniatura ultrapotentes -más de 22 vatios- disimulados en la caja. "Hacían un efecto similar a la explosión de un petardo en los oídos del caballo", explicó el abogado de Laming.