Tribuna:

Saltó la chispa

La bolsa ha vivido una jornada casi tranquila en la que los precios se dedicaron a recuperar algo de la altura perdida gracias a la ausencia de papel y a la falta de movimientos peligrosos en los mercados internacionales. El volumen negociado mejoró sólo ligeramente respecto a las sesiones anteriores, con la excepción de los valores eléctricos que, a partir de una aplicación de 150.000 títulos de Iberduero que se ejecutó poco después del mediodía, se lanzaron a un intercambio frenético que, si bien no influyó demasiados en las cotizaciones, sirvió para refrescar las expectativas que el sector ...

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La bolsa ha vivido una jornada casi tranquila en la que los precios se dedicaron a recuperar algo de la altura perdida gracias a la ausencia de papel y a la falta de movimientos peligrosos en los mercados internacionales. El volumen negociado mejoró sólo ligeramente respecto a las sesiones anteriores, con la excepción de los valores eléctricos que, a partir de una aplicación de 150.000 títulos de Iberduero que se ejecutó poco después del mediodía, se lanzaron a un intercambio frenético que, si bien no influyó demasiados en las cotizaciones, sirvió para refrescar las expectativas que el sector planteó recientemente. Iberduero se acercó al millón de títulos contratados, mientras que Hidrola superaba ampliamente esa cifra. Los rumores sobre la reordenación del sector volvieron a adquirir fuerza.Lo más importante de ese respiro que se han concedido los mercados ha sido el alejamiento del índice general de la zona del 300%, con lo que parece quedar atrás el peligro de ruptura de ese nivel de resistencia. Los grupos que más han contribuido a esa subida han sido el de construcción y, ayer, el eléctrico, razón por la cual hay que mantener cierta prudencia sobre al alcance de esta reacción.

Los valores bancarios se dedicaron a abonar el dividendo a cuenta a sus accionistas, sin poner demasiado énfasis en recuperar parte del dinero. A la hora del cierre matinal las cosas estaban más tranquilas, aunque el mercado continuo se encargó de caldear el ambiente una vez más.

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