Besos que sabían a Bisonte
He sido fumadora de Bisonte desde mi más tierna adolescencia. Estudié y ligué con Bisonte; mi habitación, mi cocina y mi despacho han olido siempre a Bisonte; mis besos sabían a Bisonte. Deja de fabricarse, cambio de marca y los personajes de mi entorno no paran de fruncir el hocico ante mi nuevo tufo. Con el cambio de olor y sabor, mi personalidad y mi imagen han sido gravemente lesionadas.Pregunta técnica: si, como consecuencia de tal suceso, he de hacer frente a un proceso de divorcio, pierdo a la asistenta, me abandona el amante de turno y mis hijos se largan de casa, ¿me limito simplement...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
He sido fumadora de Bisonte desde mi más tierna adolescencia. Estudié y ligué con Bisonte; mi habitación, mi cocina y mi despacho han olido siempre a Bisonte; mis besos sabían a Bisonte. Deja de fabricarse, cambio de marca y los personajes de mi entorno no paran de fruncir el hocico ante mi nuevo tufo. Con el cambio de olor y sabor, mi personalidad y mi imagen han sido gravemente lesionadas.Pregunta técnica: si, como consecuencia de tal suceso, he de hacer frente a un proceso de divorcio, pierdo a la asistenta, me abandona el amante de turno y mis hijos se largan de casa, ¿me limito simplemente a alegrarme o puedo además exigir daños y perjuicios a Tabacalera, SA?-
Madrid.