CAMBIOS EN EL ESTE

Polonia conmemora por vez primera oficialmente la invasión soviética de 1939

Por primera vez desde el final de la II Guerra Mundial, los polacos pudieron conmemorar ayer de forma oficial el trágico aniversario de la invasión de su país por el Ejército Rojo, el 17 de septiembre de 1939. El ataque de las tropas soviéticas estuvo coordinado con la invasión de Polonia por la Alemania nazi.

La invasión soviética fue explicada hasta hace poco por la historiografía oficial como defensa de los pueblos ucraniano y bielorruso. Ayer fue recordada con la publicación de artículos en la Prensa, denunciando su carácter alevoso y agresivo, con ceremonias religiosas y has...

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Por primera vez desde el final de la II Guerra Mundial, los polacos pudieron conmemorar ayer de forma oficial el trágico aniversario de la invasión de su país por el Ejército Rojo, el 17 de septiembre de 1939. El ataque de las tropas soviéticas estuvo coordinado con la invasión de Polonia por la Alemania nazi.

La invasión soviética fue explicada hasta hace poco por la historiografía oficial como defensa de los pueblos ucraniano y bielorruso. Ayer fue recordada con la publicación de artículos en la Prensa, denunciando su carácter alevoso y agresivo, con ceremonias religiosas y hasta con un relevo solemne de guardia de honor en la tumba del soldado desconocido de Varsovia.El Gobierno de Tadeusz Mazowiecki no participó directamente en los actos relacionados con el aniversario. No obstante, el ministro para las relaciones con los partidos políticos, Aleksander Hall, hizo pública, a través de la televisión, una declaración en la que calificaba de "un acto que no puede justificarse por nada" la invasión soviética. Y solicitó, sobre todo a los jóvenes, que la conmemoración no se convirtiera en un exceso de antisovietismo, "ahora cuando muere él stalinismo" y cuando existe la posibilidad de abrir una nueva página en las relaciones polaco-soviéticas dados los cambios que tienen lugar en ambos países.

A las doce de la mañana, en la plaza de la Victoria, lugar en el que está situada la tumba del soldado desconocido, se reunieron unas 1.500 personas; en gran parte veteranos dela guerra de 1939, así como representantes de Solidaridad y la organización nacionalista Confederación de la Polonia Independiente. (KPN).

Reparto

El acto, cuya primera parte se celebró en presencia de la guardia de honor del Ejército polaco, terminó con discursos de condena de la alianza soviético-alemana de 1939, dirigida contra Polonia. La ceremonia, que en los años anteriores no hubiera podido celebrarse o hubiese supuesto, al menos, algunas detenciones, transcurrió sin ningún incidente.

La entrada soviética en Polonia el 17 de septiembre de 1939 rompió definitivamente la defensa polaca y abrió el camino al tratado de amistad y buena vecindad entre Alemania y la URSS, firmado el 28 de septiembre de ese mismo año, que significaba el reparto de Polonia. La URSS se quedaba con 200.000 kilómetros cuadrados del territorio polaco y 13 millones de habitantes, mientras los alemanes se conformaban con 180.000 kilómetros cuadrados y 22 millones de ciudadanos polacos bajo su ocupación. Esta división permaneció vigente durante casi dos años, hasta la invasión de la URSS por Hitler en 1941.

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Por otra parte, únos 50.000 católicos. ucranianos -Iglesia prohibida desde 1946- celebraron una misa al aire libre en la localidad de Lvov, en el 40º aniversario de la invasión soviética en él territorio de Ucrania occidental, iniciando de ésta manera la agresión contra Polonia, informa France Presse. Concluida la misa, los fieles se trasladaron a la catedral de San Jorge, perteneciente a la Iglesia ortodoxa desde la prohibición del catolicismo ucraniano en 1946.

Al cortejo se sumaron otras decenas de miles de personas enarbolando banderas de Ucrania (azul y amarilla) y retratos de la Virgen con,una orla de duelo. La policía no intervino. Junto a los católicos se manifestaron los nacionalistas y miembros del Ruj, un grupo de apoyo a la perestroika. Los católicos piden su reconocimiento, a lo que se oponen los ortodoxos, y han iniciado diversas movilizaciones previas al encuentro entre Gorbachov y Juan Pablo II, en Roma el próximo mes de noviembre.

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