Los juicios contra Amedo y Domínguez, previstos para finales de este año
Los sumarios 1/88 y 9/89, tramitados por el juez Baltasar Garzón y que son los dos únicos en los que el subcomisario José Amedo y el inspector Michel Domínguez se encuentran procesados como dirigentes de los GAL y diversos asesinatos, están pendientes de conclusión, lo que según fuentes jurídicas debe suceder en las próximas semanas. Estas fuentes señalan que, si no surgen imprevistos, los dos juicios pueden celebrarse antes de fin de año.
En el sumario principal se acusa a ambos policías de pertenecer a los GAL y de reclutar mercenarios para cometer atentados para la banda, concretamen...
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Los sumarios 1/88 y 9/89, tramitados por el juez Baltasar Garzón y que son los dos únicos en los que el subcomisario José Amedo y el inspector Michel Domínguez se encuentran procesados como dirigentes de los GAL y diversos asesinatos, están pendientes de conclusión, lo que según fuentes jurídicas debe suceder en las próximas semanas. Estas fuentes señalan que, si no surgen imprevistos, los dos juicios pueden celebrarse antes de fin de año.
En el sumario principal se acusa a ambos policías de pertenecer a los GAL y de reclutar mercenarios para cometer atentados para la banda, concretamente contra los bares Batzoki y La Consolation, del sur de Francia, en los que se produjeron varios heridos, entre los que cabe destacar una niña. En esta cansa Amedo y Domínguez están acusados de seis asesinatos frustrados, pertenencia a banda armada y falsificación de documentos, entre otros delitos. De este sumario se han ido desglosando varios procesos, abiertos para investigar otros atentados de los GAL.El sumario 9/89 se refiere al crimen del joven Juan Carlos García Goena, quien falleció en el País Vasco francés al hacer explosión una bomba colocada en los bajos de su coche. Este delito, último atentado reivindicado por los GAL, fue denunciado ante el juez Garzón por las ex novias de los dos agentes. En este caso, las acusaciones contra los policías son de asesinato consumado, estragos, falsificaciones de documentos y delito contra la Administración de Justicia.
Fuentes judiciales han señalado que la Audiencia Nacional ya ha iniciado los preparativos para dictar los autos de conclusión de sumario. Fuentes jurídicas consideran que el juicio por el asesinato de García Goena podría celebrarse antes que el llamado sumario matriz, pues las pruebas de éste último son más numerosas y complejas. Y así, por ejemplo, varios de los testigos que deben declarar en el sumario base son mercenarios que se encuentran presos en Francia y Portugal. Su traslado a España para testificar está pendiente de gestiones que deben realizarse por vía diplomática.
El tribunal que juzgue los dos casos estará integrado por magistrados de la Audiencia Nacional, pero por ninguno de los que hayan participado en la adopción de decisiones durante el período de instrucción de las causas.
Carlos Bueren
Por otro lado, ya se encuentra en España el sumario instruido en Francía por el intento de secuestro del etarra José María Larretxea Goñi, ocurrido en Hendaya el 13 de octubre de 1983. El sumario será traducido y el juez central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Carlos Bueren, iniciará entonces las acciones legales que considere pertinentes.
Los autores de la agresión contra Larretxea fueron el inspector de policía Jesus Alfredo Gutiérrez Argüelles y los miembros de los GEO Javier López Mañán, Sebastián Sotos García y José María Rubio García. Todos fueron detenidos por la policía francesa cuando agredían al etarra, pero fueron puestos en libertad bajo palabra de acudir al juicio.
Sin embargo, los cuatro acusados no comparecieron a la vista, celebrada el 12 de junio de 1986 ante un tribunal de Bayona (Francia), y fueron condenados en rebeldía a 18 meses de cárcel. Posteriormente Francisco Álvarez, ex jefe del Gabinete de Operaciones Especiales del Ministerio del Interior y ex jefe superior de Policía de Bilbao, admitió en enero de este año ante el juez Garzón con ocasión del caso Amedo, que había preparado el secuestro de Larretxea. Álvarez dijo que su iniciativa se debió a razones humanitarias para intentar obtener datos que permitieran liberar al capitán del Ejército, Alberto Martín Barrios, que entonces estaba secuestrado por ETA.