Cartas al director

El nuevo Pozo del Tío Raimundo

No ha podido ser más inoportuno y más equivocado el informe sobre nuestro barrio, aparecido en EL PAÍS del día 18 de julio, bajo el título de El Madrid doloroso.

El señor Gurméndez, con su buena intención, río ha podido trazar una imagen del barrio menos actual. Parece ser que lo visitó hace más de 20 años. De entonces a nuestros días, El Pozo se ha remodelado totalmente por iniciativa y coraje de su asociación de vecinos y el esfuerzo del MOPU.

En 1986 se concluyó el nuevo barrio en el que, piso por chabola, aquellos vecinos de entonces gozan y gozamos de uno de lo...

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No ha podido ser más inoportuno y más equivocado el informe sobre nuestro barrio, aparecido en EL PAÍS del día 18 de julio, bajo el título de El Madrid doloroso.

El señor Gurméndez, con su buena intención, río ha podido trazar una imagen del barrio menos actual. Parece ser que lo visitó hace más de 20 años. De entonces a nuestros días, El Pozo se ha remodelado totalmente por iniciativa y coraje de su asociación de vecinos y el esfuerzo del MOPU.

En 1986 se concluyó el nuevo barrio en el que, piso por chabola, aquellos vecinos de entonces gozan y gozamos de uno de los colectivos más felices y modélicos de la capital. Las 2.020 familias, superados todos aquellos servicios asistenciales de los años sesenta, hoy poseen lo que no tienen tantos suburbios de Madrid. Magníficas edificaciones, plaza porticada, parque, centro social con sala de espectáculos -por supuesto, municipal-, centros escolares, supermercado, unos conjuntos de 1.000 turismos y más de 40 bares, etcétera. Tan sólo resta la parroquia por hacer, ya comenzada, y el polideportivo.

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Por supuesto, ¡cómo no!, que como barrio de trabajadores abundan los problemas de todos los suburbios, en especial el paro y la droga, pero incluso por declaración de la comisaría de Entrevías, somos el barrio más tranquilo y pacífico de la ciudad. El 'Madrid doloroso' del señor Gurméndez en su Oficio de paseante por Madrid no tiene especial sentido en nuestro Pozo, al que le duele verse todavía retratado con imagen anacrónica y negra.

La equivocación es tal que hasta históricamente lo que dice del Tío Raimundo es falso.

Los viejos de aquellos otros tiempos estamos ya feliz y totalmente jubilados viviendo en nuestra paz. Si se desean más informes del Pozo y no pueden visitarlo, acudan a la asociación de vecinos: Agustín Zamora, Centro Cívico. 28018 Madrid.-

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