Cartas al director

Viva la Telefónica

En enero de este año decidí vender mi piso en Barcelona e irme a vivir a una casa en Corbera de Llobregat y me dije: "necesito teléfono". Con este fin me dirigí a Telefónica, en donde una amable señorita me dijo: "en 15 días tendrá teléfono". Asombrado, le dije "No tan rápido, que sea en marzo, que antes no viviré allí todavía".En marzo empezaron mis problemas: "No hay caja", "el proyecto está en ingeniería". Carta de reclamación. Ninguna respuesta todavía. Sólo hace cuatro meses. Un amable vecino, que usa poco su teléfono y su vivienda, me ofrece un supletorio, pero, ¡oh, sorpresa!, Telefónic...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En enero de este año decidí vender mi piso en Barcelona e irme a vivir a una casa en Corbera de Llobregat y me dije: "necesito teléfono". Con este fin me dirigí a Telefónica, en donde una amable señorita me dijo: "en 15 días tendrá teléfono". Asombrado, le dije "No tan rápido, que sea en marzo, que antes no viviré allí todavía".En marzo empezaron mis problemas: "No hay caja", "el proyecto está en ingeniería". Carta de reclamación. Ninguna respuesta todavía. Sólo hace cuatro meses. Un amable vecino, que usa poco su teléfono y su vivienda, me ofrece un supletorio, pero, ¡oh, sorpresa!, Telefónica que no me da servicio, me pone el supletorio por ¡20.000 pesetas al mes!

Otras alternativas: teléfono por radio (500.000 pesetas); pagarme yo el tendido (tropecientas de instalación y otro tanto al mes cada mes). Lleno de paciencia vuelvo a llamar hoy de nuevo. "No, no hay previsto nada para este año en Corbera. Nosotros lo sentimos más que usted". Cuelgo. Cuando sea mayor montaré una Telefónica, seguro que me forro.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En