RELIGIÓN

Cristianos de base critican algunos aspectos del próximo del Papa a España

Comunidades cristianas de base de toda España han suscrito una carta abierta a Juan Pablo II, con motivo de su visita el próximo mes de agosto a España, en la que expresan su "perplejidad, si las cifras del coste de este viaje -se habla de unos 2.000 millones- son ciertas". El documento añade que los 300.000 jóvenes asistentes al acto central de la visita del Pontífice a Santiago de Compostela "provienen en su mayoría de los sectores y movimientos más reaccionarios de La sociedad y la Iglesia".

El texto está suscrito por la Iglesia de base de Madrid, Coordinadora Estatal de Comunidades ...

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Comunidades cristianas de base de toda España han suscrito una carta abierta a Juan Pablo II, con motivo de su visita el próximo mes de agosto a España, en la que expresan su "perplejidad, si las cifras del coste de este viaje -se habla de unos 2.000 millones- son ciertas". El documento añade que los 300.000 jóvenes asistentes al acto central de la visita del Pontífice a Santiago de Compostela "provienen en su mayoría de los sectores y movimientos más reaccionarios de La sociedad y la Iglesia".

El texto está suscrito por la Iglesia de base de Madrid, Coordinadora Estatal de Comunidades Cristianas Populares, Cristianos por el Socialismo, colectivos de base de 12 comunidades autónomas y Comités de Solidaridad Monseñor Óscar Romero, entre otras organizaciones, que hacen un duro diagnóstico del actual momento que vive la Iglesia."Perdónanos, hermano Juan Pablo, si con esta carta hemos herido tu sensibilidad; lejos de nosotros tal pretensión", afirman después de criticar aspectos como el sistema de designación de obispos, las destituciones de profesores de Teología, en una Iglesia en la que "una forma determinada de ortodoxia está apagando el legítimo pluralismo en la búsqueda de la verdad".

"Aplaudimos el coraje que demuestras en la defensa de los derechos del hombre", pero, a juicio de estos cristianos de base, "no podemos exigir al vecino que barra su casa si previamente no hemos limpiado la nuestra. ( ... ) Y con dolor tenemos que reconocer que el pueblo de Dios no goza hoy de aquellos derechos fundamentales e inalienables de igual dignidad y legítima libertad de que habla el Evangelio; no todos los sectores de la Iglesia somos tomados en consideración; algunos hasta nos sentimos legítimamente discriminados".

Los firmantes lamentan que no se les tome en cuenta en el sistema de designación de obispos, que "se hace hoy día sin contar con el pueblo y aun a veces contra el sentir del pueblo, en una cúpula reducida y presidida por el nuncio". A juicio de los cristianos de base, el embajador del Vaticano en España, Mario Tagliaferri, ha venido "con el decidido propósito de planchar la Iglesia española, y que muchos cristianos, por esta y otras razones, lo declararon persona non grata".

"También rechazamos con profundo dolor la práctica inquisitorial que se está llevando contra profesores de Teología en varios centros de estudios y formación cristiana; se les está privando de sus cátedras porque no encajan bien en la nueva ola de involución que irracionalmente está azotando a nuestra Iglesia", se afirma en la carta. Los firmantes preguntan al Papa por el cierre de revistas, por "el miedo a la libertad de opiniones", y concluyen: "¿En qué queda el espíritu dialogante del Vaticano II, que reconocía la autonomía recíproca de las ciencias humanas y de la investigación teológica?".

La carta hace asimismo una descripción de España y expresa la preocupación de los cristianos por el creciente desempleo y la política neoliberal y de "debilitación de los sindicatos" del Gobierno.

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