El presidente condiciona su dimisión al paso por las urnas
El presidente Joaquín Leguina aseguró anoche que no abriría la vía prevista en el estatuto de autonomía de la Comunidad de Madrid para convocar elecciones anticipadas, que pasa por su dimisión y por la congelación de la vida política regional durante más de dos meses, si antes no existía un compromiso previo del candidato derrotado ayer, Alberto Ruiz Gallardón de llegar a la presidencia por medio de las urnas.
En una rueda de prensa celebrada nada más finalizarse la votación, el presidente regional subrayó que, aparte de dos posibilidades: el final de la legislatura o la diso...
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El presidente Joaquín Leguina aseguró anoche que no abriría la vía prevista en el estatuto de autonomía de la Comunidad de Madrid para convocar elecciones anticipadas, que pasa por su dimisión y por la congelación de la vida política regional durante más de dos meses, si antes no existía un compromiso previo del candidato derrotado ayer, Alberto Ruiz Gallardón de llegar a la presidencia por medio de las urnas.
En una rueda de prensa celebrada nada más finalizarse la votación, el presidente regional subrayó que, aparte de dos posibilidades: el final de la legislatura o la disolución dictada por el Ejecutivo (que no está previsto en el estatuto de autonomía) sólo cabe llegar a "un complicado procedimiento de dimisión del presidente para convocar unas elecciones anticipadas" que, además, sólo permitirían crear un Gobierno regional hasta junio de 1991, esto es, coincidiendo con el final de la presente legislatura.
Leguina afirmó tajantemente: "Bajo ningún concepto voy a dimitir". "Si Ruiz Gallardón quiere ser presidente debe someterse a las urnas". Leguina, a preguntas de los periodistas, precisó que no había recibido el apoyo del diputado Nicolás Piñeiro: "No ha votado no a la moción sino que se ha abstenido".
En relación a la proyectada moción de censura que presentarán el CDS y el PP en el Ayuntamiento el 29 de junio, el presidente subrayó que esa situación marcará definitivamente el giro a la derecha del CDS.
La 'compra' de Matanzos
Las acusaciones de compra y venta de votos relacionadas con Nicolás Piñeiro no se circunscribieron a los bancos de los parlamentarios. Ángel Matanzos, concejal popular del Ayuntamiento de Madrid, que asistió al debate desde la zona de invitados, llegó a acusar en los pasillos a Piñeiro de haber intentado comprale. Matanzos tuvo que ser contenido por compañeros de su partido cuando se cruzó con el diputado del Grupo Mixto.
Tras la intervención de Piñeiro en el debate de la moción, Ruiz Gallardón le acusó en un turno de réplica de haber intentado sobornar a Matanzos para incorporarlo al PRIM.
Piñeiro aseguró que toda la operación había sido "una emboscada del PP". Entre los gritos de protesta de los parlamentarios de centro-derecha se pudo oir decir a Piñeiro desde los bancos de la Prensa: "Si fueron sólo 250.000 pesetas; eso no es dinero; a nosotros nos llegaron a ofrecer 500 millones de pesetas". El parlamentario del Grupo Mixto afirmó en una posterior conferencia de prensa que en su conversación con Matanzos "sólo había intendo convercerle de las ventajas de pertenecer a un partido regionalista".
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