Democristianos, mudos, socialistas desilusionados y comunistas eufóricos

El resultado de las elecciones europeas fue comentado ayer unánimemente en Italia en clave doméstica, comparándolas no con los resultados de la anterior consulta europea de 1984, sino con las últimas legislativas de 1987. Ayer toda la Prensa subrayó algunos elementos claves, sobre todo el factor sorpresa. Lo resumió así el diario La Stampa, de Turín: "Los resultados sorprendentes han dejado muda a la Democracia Cristiana, desilusionados a los socialistas y eufórico al secretario comunista, Achille Occhetto".

En realidad, los comunistas han vuelto a convertirse después de años en el prim...

El resultado de las elecciones europeas fue comentado ayer unánimemente en Italia en clave doméstica, comparándolas no con los resultados de la anterior consulta europea de 1984, sino con las últimas legislativas de 1987. Ayer toda la Prensa subrayó algunos elementos claves, sobre todo el factor sorpresa. Lo resumió así el diario La Stampa, de Turín: "Los resultados sorprendentes han dejado muda a la Democracia Cristiana, desilusionados a los socialistas y eufórico al secretario comunista, Achille Occhetto".

En realidad, los comunistas han vuelto a convertirse después de años en el primer partido en muchas ciudades claves, como Milán, Venecia y Génova, mientras que los verdes han llegado a obtener entre el 10% y el 14% en algunos centros urbanos, como Milán, Roma, Palermo, Nápoles y Venecia.Para poder entender la sorpresa de estas elecciones -hubo una participación del 81.5% del censo- basta un dato: durante la campaña electoral, el mayor periódico, Il Corriere della Sera, había hecho el siguiente pronóstico: el PSI, conseguiría el 22%, y el PCI el 17%, dando por seguro el adelantamiento de los socialistas frente a los comunistas. Ahora, los resultados oficiales han adjudicado un 27,6% al PCI y un 14,8% al PSI.

Otro dato sorprendente ha sido que la Democracia Cristiana, pese a que sigue siendo el primer partido del país, con un 32,9% de los votos, ha tocado su mínimo desde 1948, al mismo tiempo que se han debilitado sus aliados históricos, como los republicanos y liberales. Por lo que se refiere a los socialistas, se subraya que, aun habiendo continuado en su tendencia de ganar un puñado de votos más en cada elección, en realidad los resultados "lo hacen sentirse ahora más solo y aislado", tras la votación del partido comunista, que toma 13 puntos de distancia y la pérdida de sus aliados de Gobierno. El líder socialista, Bettino Craxi, se limitó a decir que, a fin de cuentas, su partido "sigue creciendo".

El secretario democristiano Arnaldo Forlani, comentó ayer los resultados con estas palabras: "No me siento derrotado. El resultado de mi partido no ha sido excelente, pero sí discreto". En cuanto a la posible solución de la crisis de Gobierno, Forlani ha dicho claramente que ahora sigue siendo "tan difícil o más que antes".