Nervios el poder

, El nerviosismo en el aparato del partido comunista polaco(POUP) y el Estado es patente. Los medios políticos en Varsovia están convencidos de que el partido comunista no sopesó los riesgos que asumía al someter prácticamente a un plebiscito a una lista nacional compuesta por los 35 principales dirigentes del POUP cuya presencia quería salir garantizada en la Cámara baja (Sejm).

Para ser confirmados en sus puestos de diputados deberán conseguir estos candidatos oficiales al menos el 50% más de uno de los votos. Ayer parecía muy elevado el riesgo de que muchos de ellos fueran tachados ...

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, El nerviosismo en el aparato del partido comunista polaco(POUP) y el Estado es patente. Los medios políticos en Varsovia están convencidos de que el partido comunista no sopesó los riesgos que asumía al someter prácticamente a un plebiscito a una lista nacional compuesta por los 35 principales dirigentes del POUP cuya presencia quería salir garantizada en la Cámara baja (Sejm).

Para ser confirmados en sus puestos de diputados deberán conseguir estos candidatos oficiales al menos el 50% más de uno de los votos. Ayer parecía muy elevado el riesgo de que muchos de ellos fueran tachados por la mayoría de los electores.

El peligro de que no entren en el Parlamento, por el rechazo de la población al partido comunista, los principales reformistas del régimen como el ministro de Interior Czelaw Kiszczak, Ziosek Baka y otros muchos, incluso el primer ministro Mieczyslaw Rakowski preocupa también a la propia oposición. El aparato del partido opuesto al proceso de apertura podría utilizar este resultado para neutralizar al sector más reformista de la dirección.

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Es vital para la transición pacífica hacia la democracia en Polonia que dirigentes como Kiszczak, ministro de Interior, mantengan toda su autoridad. Sólo éste es capaz de controlar a "ese imperio en la sombra" que son las fuerzas de seguridad y sevicios secretos que, por intereses propios, son enemigos naturales de la transición.

Un voto de castigo a la lista nacional podría desencadenar una crisis en el partido y decapitar a la actual dirección. Lech Walesa anunció ayer que sólo tacharía un nombre en la lista nacional apoyando así explícitamente a los candidatos oficiales.

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