El jefe de los guardias juzgados por contrabando niega que sufrieran coacciones

Francisco Torres Bonache, sargento de la Guardia Civil, negó ayer que los ex guardias juzgados por delitos en relación con el contrabando de tabaco fueran coaccionados en el cuartel, en contra de lo que habían manifestado el lunes. El sargento aseguró que, aunque en el momento de los interrogatorios la ley militar "no recogía el derecho de los acusados a un abogado, en un alarde de progresismo se les propuso asistencia letrada", a lo que se negó la mayoría.

El comandante del cuerpo Luis Iglesias, que fue instructor del sumario, corroboró la declaración del sargento y dijo que "la única ...

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Francisco Torres Bonache, sargento de la Guardia Civil, negó ayer que los ex guardias juzgados por delitos en relación con el contrabando de tabaco fueran coaccionados en el cuartel, en contra de lo que habían manifestado el lunes. El sargento aseguró que, aunque en el momento de los interrogatorios la ley militar "no recogía el derecho de los acusados a un abogado, en un alarde de progresismo se les propuso asistencia letrada", a lo que se negó la mayoría.

El comandante del cuerpo Luis Iglesias, que fue instructor del sumario, corroboró la declaración del sargento y dijo que "la única coacción que hubo fue de las propias conciencias de los detenidos".Más tarde, la incomparecencia de varios testigos cuya declaración considera importante el ministerio fiscal, obligó al titular de la Audiencia Provincial de Pontevedra a suspender temporalmente la vista de la causa que se sigue contra 12 ex guardias civiles y 14 civiles por delitos relacionados con el contrabando de tabaco. Interrumpida a las 13.00 horas, la sesión se reanudará en la mañana de hoy miércoles. El ministerio fiscal solicita penas de 260 años de prisión para los civiles por delitos de contrabando, cohecho, malversación y simulación de delito y para los ex guardias civiles, acusados también de prevaricación y falsedad en documento oficial. Los hechos ocurrieron en O Grove (Pontevedra) entre 1982 y 1984.

En la mañana de ayer prestó declaración el guardia civil Eduardo Hermida Quintela, que fue el encargado de denunciar ante sus superiores el acuerdo a que habían llegado los guardias civiles del puesto de O Grove con paisanos dedicados al contrabando de tabaco. El acuerdo estipulaba el cobro de determinadas cantidades de dinero y de tabaco a cambio de que los contrabandistas pudiesen realizar su trabajo sin complicaciones.

La vista debe reanudarse en la mañana de hoy con la declaración de cuatro testigos citados por el ministerio fiscal y dos de la defensa.

Por otra parte, en la madrugada del martes, fuerzas de la Guardia Civil de O Grove capturaron 20.000 cajetillas de tabaco ubio de contrabando valoradas en cuatro millones de pesetas. No hubo detenciones.

También ayer fueron incineradas en Vigo las cuatro toneladas de hachís que fuerzas de la Guardia Civil aprehendieron en Bayona (Pontevedra) el pasado fin de semana. Un ciudadano holandés fue detenido en el curso de esas operaciones y encarcelado en la prisión de Vigo.

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