El Partido Comunista Chino prepara la caída de Zhao

ENVIADO ESPECIALMiles de estudiantes volvieron ayer a salir a la calle en Pekín, en una manifestación simbólica para expresar que su movimiento a favor de la democracia no ha muerto. Sin embargo, los jóvenes no pudieron llenar la plaza de Tiananmen y apenas lograron atraerse a un grupo reducido de obreros. El Gobierno tiene controlada la situación y está previsto que el Comité Central del partido comunista anuncie la destitución de su secretario general, Zhao Ziyang, acusado de haber urdido una conspiración para tratar de imponer su línea reformista.

[Los líderes estudiantiles decidiero...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

ENVIADO ESPECIALMiles de estudiantes volvieron ayer a salir a la calle en Pekín, en una manifestación simbólica para expresar que su movimiento a favor de la democracia no ha muerto. Sin embargo, los jóvenes no pudieron llenar la plaza de Tiananmen y apenas lograron atraerse a un grupo reducido de obreros. El Gobierno tiene controlada la situación y está previsto que el Comité Central del partido comunista anuncie la destitución de su secretario general, Zhao Ziyang, acusado de haber urdido una conspiración para tratar de imponer su línea reformista.

[Los líderes estudiantiles decidieron ayer en una reunión conjunta continuar los actos de protesta en la plaza de Tiananmen hasta el 20 de junio, según informa Reuter, cambiando así la anterior previsión de concluir sus manifestaciones el próximo martes. El Congreso Nacional Popular (Parlamento chino), tiene previsto reunirse en esta fecha.]Los organizadores de la manifestación de ayer habían lanzado un llamamiento el sábado por la tarde a toda la población para que tomara parte en el acto bajo el lema "Chinos de todo el mundo, uníos". Algunos de los dirigentes estudiantiles conflaban en que lajornada festiva facilitaría la presencia en la plaza de Tiananmen de otro millón de personas, como sucedió hace dos semanas. No fue así. El número de manifestantes, según diversos cálculos, osciló entre 30.000 y 50.000.

La marcha se inició a primera hora desde la universidad de Pekín, a una veintena de kilómetros del centro de la ciudad. La mayoría de los jóvenes llegaron a Tiananmen en bicicleta y con pancartas en las que reiteraban sus peticiones de que el máximo dirigente del país, Deng Xiaoping, se retire del poder, y que el primer ministro, Li Peng, sea destituido. Muchos domingueros curiosos parados en las aceras aplaudieron, más tímidamente que días atrás, las consignas estudiantiles y rieron con las canciones despectivas sobre Li Peng. Un muchacho se subió a un árbol junto al cuartel general del partido comunista para interpretar con una guitarra una canción popular a la que cambió la estrofa por otra más acorde con la protesta.

Bandido y revolución

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

"Hay un bandido", decía una de las pancartas, dejando abierta toda una gama de posibles lecturas. Otra, que portaban dos alumnos de uno de los centros académicos participantes, comparaba la Revolución Francesa con el movimiento de protesta chino. En la plaza queda todavía un número cada vez más pequeño de acampados, la mayor parte de universidades de provincias.

Los canales de respaldo a los estudiantes han sido cortados por las autoridades mediante amenazas a quienes sigan acudiendo a la plaza a solidarizarse con los universitarios. Los miembros del partido, así como los funcionarios públicos, recibieron días atrás la orden urgente de no ir más a Tiananmen. Los sindicatos oficiales han prohibido a los obreros donar más dinero a los estudiantes y se les ha advertido que no abandonen el lugar de trabajo. Los directores de los medios de comunicacion han dicho que no tomarán medidas de represalia contra los redactores que participaron en los actos de protesta, pero que serán despedidos si vuelven a hacerlo.

El ala dura del partido tiene en su poder el control de la propaganda, e indudablemente se ha hecho notar en los últimos días, especialmente en lo que respecta a la información en la televisión. Los telediarios muestran imágenes de visitas de cuadros dirigentes a las instalaciones donde están acuarteladas las tropas que rodean Pekín, aplaudiéndose unos a otros, en el más puro gesto de la ortodoxia comunista, o escenas en las que se muestra la normalidad que reina en una fábrica, en una escuela o en una explotación agrícola.

Teoría de la conspiración

La Prensa recogió ayer con gran relieve la noticia del respaldo a la ley marcial y al primer ministro expresado por el presidente de la Asamblea Nacional Popular, Wan Li, quien por un momento se pensó que podía haber sido detenido en Shanghai a su regreso de una visita oficial a EE UU. El dirigente parlamentario, que pasa por ser un gran defensor de la tesis reformista de Zhao Ziyang, se ha sumado a la teoría de la conspiración. Wan Li ha anunciado que la Asamblea se reunirá el mes que viene, pero no con carácter extraordinario.

Entretanto, Hong Kong, que pasará a ser territorio chino a partir de 1997, fue de nuevo ayer escenario de una gigantesca manifestación de más de medio millón de personas en apoyo de la democracia en China. El sábado por la noche otras 100.000 asistieron a un mitin-concierto organizado con el fin de recaudar fondos para el movimiento universitario chino. [Varias decenas de miles de estudiantes se manifestaron ayer en Shanghai contra el primer ministro, Li Peng, y en apoyo de sus colegas de Pekín, según informa Efe. El acto de protesta coincidió con el cuadragésimo aniversario de la toma de la ciudad por las tropas comunistas.]

Archivado En