Tribuna:

La respuesta de las empresas

Con el lanzamiento de un gran programa legislativo que eliminará barreras de todo tipo entre los Estados miembros se pretende crear una situación nueva que potencie la prosperidad económica de los europeos y de las empresas europeas hasta una posición de primer orden a nivel mundial.Este programa, comprometido a la fecha fija de 1992, supone un cambio planificado sin precedentes, cuyos efectos se están notando ya hace tiempo en movimientos empresariales, fusiones, adquisiciones, cambios de estrategia e iniciativas de todo tipo que no escapan al hombre de la calle, y mucho menos a aquellos inme...

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Con el lanzamiento de un gran programa legislativo que eliminará barreras de todo tipo entre los Estados miembros se pretende crear una situación nueva que potencie la prosperidad económica de los europeos y de las empresas europeas hasta una posición de primer orden a nivel mundial.Este programa, comprometido a la fecha fija de 1992, supone un cambio planificado sin precedentes, cuyos efectos se están notando ya hace tiempo en movimientos empresariales, fusiones, adquisiciones, cambios de estrategia e iniciativas de todo tipo que no escapan al hombre de la calle, y mucho menos a aquellos inmersos en el entramado directivo empresarial.

La legislación crea el marco, pero son cada uno de los empresarios y profesionales los que tienen que lograr los beneficios del mercado único europeo.

Este artículo pretende debatir las respuestas estratégicas empresariales a los cambios que se prevén como imperantes en el entorno económico europeo futuro, y que se resumen en tres: mayor demanda, mejores opciones de suministro y mayor competencia.

Como se ha dicho, pueden resumirse en tres epígrafes básicos los distintos impactos esperados sobre las empresas:

1. Mayor demanda, con acceso sin trabas a un mercado de 320 millones de consumidores, un mercado con el 7% de la población mundial y con elevado poder adquisitivo.

Esta mayor demanda a la que accederán como novedad todas las empresas europeas que no .operan hoy en los 12 países se producirá como consecuencia de la eliminación de los controles técnicos (por ejemplo, normas sobre componentes de la cerveza en la República Federal de Alemania o la pasta en Italia), la mayor libertad de acceso a las compras públicas, la liberalización del transporte de mercancías y la armonización fiscal.

2. Mejores opciones de suministro ya que cada empresa española sentirá el aumento de la amplitud de oferta de otros 11 países y eso le permitirá una más libre adquisición de materias primas y componentes, podrá acceder a nuevos mercados financieros, abaratando sus costes y, por otra parte, las armonizaciones de normativas técnicas simplificarán sus esfuerzos de investigación y desarrollo.

3. Mayor competencia, que para España, donde solamente se originan 14 de las 500 mayores empresas europeas, implica sin duda un serio riesgo al que la eliminación de las barreras físicas, técnicas y fiscales nos va a someter. Afrontar esta mayor competencia supondrá un gran esfuerzo para los que quieran seguir siendo actores en el mercado, aunque de momento existe en muchos casos la alternativa de cesión del control empresarial a esa competencia europea.

No es difícil imaginar lo que suponen para las empresas españolas estos tres tipos de cambios, y, como casi siempre, se trata de riesgos y oportunidades a la vez. Los dos primeros impactos, mayor demanda y mejores opciones de suministro, tienen en sí mismos un carácter beneficioso, la mayor competencia es posiblemente el incentivo necesario para que aprovechar las oportunidades se convierta en algo tan imprescindible que nos sintamos obligados a dedicar serios esfuerzos para cambiar algunas empresas con urgencia.

Demanda y competencia

Mayor demanda implica que nos será posible vender menos productos, los más rentables para nuestra empresa, en mayores cantidades unitarias, accediendo con ello a series más largas, con los beneficios de costes y concentración de esfuerzos y experiencias que esto implica.

Mayor demanda significa también que es viable disponer de empresas mayores atendiendo mercados mayores, y que si nuestros productos o servicios pueden acceder a clientes en toda Europa, algún competidor se instará a escala europea y ello puede significar ventajas sustanciales que hay que ponderar.

Mayor demanda puede suponer también más diversificación de clientes y, por tanto, ventas más estables, así como una menor dependencia de nuestro negocio del poder de unos pocos o, a veces, un único comprador. Ejemplos de estas situaciones agridulces en las que a veces nos instalamos con algunas comodidades hay docenas en todos los países europeos y en España. Piénsese, por ejemplo, en los suministradores a sectores como siderurgia, aluminio, etcétera.

Mejores opciones de suministro deben repercutir casi automáticamente en menores costes de materias primas, componentes, transportes, financiación y, en general, de todos aquellos productos y servicios que compra la empresa. Mejortes opciones de suministro imp también- con casi total seg dad, que podremos obtener jor calidad en las compras que repercutirá en nuestros 1 ductos ayudándonos a comp y a servir mejor a nuest clientes.

Mejores opciones de sumii tro significa igualmente que empresas dependerán menos proveedores únicos o en c sión, y serán capaces de obte mejores ratios precio / calida de negociar con mayores pos lidades de éxito condiciones suministro más competitivas.

Finalmente, más competen supone, muy probablemente amenaza de menores precios venta que vendrán marcados aquellos competidores grand eficientes que disfrutan de co menores, por haber aprovech economías de escala.

Más competencia implica tengamos que esforzarnos té carilente en suministrar mejo calidades, las que algunos nuestros nuevos competido estarán ofreciendo a los clien que, a su vez, se aprestarán a girnos en cuanto las perciban

Más competencia supone la empresa se encuentre ame zada con mayor frecuencia los movimientos de ataque de demás rivales del mercado que sin duda requerirá u equipos directivos más profe nales y mejor preparados p aplicar movimientos estratégi y reajustar las empresas.

Pedro Castañeda Ordoñez es director de consultoría estratégica de Price Waterhouse.

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