Cartas al director

La sentencia del 'caso de la colza'

La ridiculez de las sentencias del tribunal en el juicio de la colza hace retroceder al embrionario consumidor español a un pasado demasiado cercano, donde sus derechos ante los daños ocasionados por los más poderosos quedaban reducidos a una ofrenda a Dios para ganar indulgencias en el otro mundo.Mientras que en países judicialmente más avanzados, como Estados Unidos, una acción como la de la colza hubiera supuesto la ruina de los implicados por la cantidad de millones que habrían tenido que pagar en indemnizaciones a los afectados, aquí se ha despachado el asunto meramente con unos pocos mil...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La ridiculez de las sentencias del tribunal en el juicio de la colza hace retroceder al embrionario consumidor español a un pasado demasiado cercano, donde sus derechos ante los daños ocasionados por los más poderosos quedaban reducidos a una ofrenda a Dios para ganar indulgencias en el otro mundo.Mientras que en países judicialmente más avanzados, como Estados Unidos, una acción como la de la colza hubiera supuesto la ruina de los implicados por la cantidad de millones que habrían tenido que pagar en indemnizaciones a los afectados, aquí se ha despachado el asunto meramente con unos pocos miles de pesetas de compensación y otros pocos años de cárcel, la mayoría ya condonados, y los restantes serán perdonados apenas cumplan la cuarta parte. Justicia al estilo Bophal.

¿Qué fuerza legal y moral pueden tener de ahora en adelante los tan cacareados anuncios del Ministerio de Consumo a favor de los derechos del consumidor? Ya se nos ha demostrado lo que vale la vida de cualquier ciudadano español ante la ley. Sospecho que muy diferente hubiera sido la sentencia del tribunal si los afectados hubieran pertenecido a las clases más influyentes, que, por supuesto, no tienen por qué comprar aceite barato.

Esta decisión del tribunal sirve para otorgar una patente de corso a cualquier individuo lo suficientemente inescrupuloso que quiera hacerse rico a costa de la salud y de la vida de los consumidores españoles (siempre que tenga la habilidad de afectar sólo a los más humildes), con la garantía otorgada por el tribunal de que la justicia le tratará de la forma más benevolente posible, en el supuesto caso de que su fechoría desgraciadamente fuese descubierta.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En