RELIGIÓN

El arzobispo de Palermo, en contra de una pastoral anti-Mafia porque son cristianos

Salvatore Pappalardo, siciliano y arzobispo de Palermo, cree que no tiene sentido redactar una "pastoral orgánica anti-Mafia" por parte de la Iglesia como han propuesto los jesuitas, ya que considera que los mafiosos también "son cristianos a quienes hay que conducir hacia la justicia, al amor y a la paz". La polémica ha surgido entre el cardenal siciliano y el jesuita Bartolomeo Sorge, que vive y viaja escoltado por la policía, ametralladora en mano, tras haber apoyado la experiencia del alcalde derriocristiano, el carismático Leoluca Orlando. Éste ha introducido a los comunistas en la alcald...

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Salvatore Pappalardo, siciliano y arzobispo de Palermo, cree que no tiene sentido redactar una "pastoral orgánica anti-Mafia" por parte de la Iglesia como han propuesto los jesuitas, ya que considera que los mafiosos también "son cristianos a quienes hay que conducir hacia la justicia, al amor y a la paz". La polémica ha surgido entre el cardenal siciliano y el jesuita Bartolomeo Sorge, que vive y viaja escoltado por la policía, ametralladora en mano, tras haber apoyado la experiencia del alcalde derriocristiano, el carismático Leoluca Orlando. Éste ha introducido a los comunistas en la alcaldía de la capital de la Mafia para luchar con mayor fuerza contra la Piovra.El padre Sorge, responsable del centro de formación política de Palermo Padre Arrupe, había propuesto a todos los obispos, sacerdotes y religiosos de las 18 diócesis de la isla una "pastoral anti-Mafia" como algo prioritario, para la "evangelización de Sicilia".

Morir bajo el plomo

El jesuita, que ha intentado en vano renunciar a su escolta porque "no teme la muerte", ha dicho en el segundo congreso de la iglesia siciliana: "¿Cómo podemos, como cristianos y como Iglesia, no sentir las amenazas, los homicidios y los chantajes de la Piovra mafiosa como una puñalada a nuestro corazón y al Evangelio?", y añadió: "La Iglesia debe hacerse voz de los que no tienen el coraje de hablar por miedo a perder la vida.Lo mismo que la Iglesia da voz a los niños no nacidos, también debe convertirse en voz de los que tienen miedo demorir bajo el plomo de la Mafia". Y explicó que para ello es preciso una pastoral anti-Mafia porque "no basta una intervencion aislada de un obispo valiente. Para vencer a la Mafia es necesaria gente que sea capaz de seguir luchando". El arzobispo no comparte la postura del padre Sorge y de los jesuitas de Palermo. "Estos aspectos -los de la Mafia- son importantes, pero la Mafia no puede ser objeto de una pastoral", ha dicho.

En cuanto a los mafiosos, el cardenal puntualizó en una entrevista al diario católico L'Avvenire: "Son criminales cristianos. Representan una angustia para la Iglesia, pero son cristianos que han recibido el bautismo y la confirmación, que han hecho la primera comunión y que se han casado por la Iglesia. Lo que hay que hacer es conducirles hacia la justicia, el amor y la paz".

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