Li Peng invita al emperador Akinito a visitar China

El primer ministro chino, Li Peng, inició ayer en Tokio una visita oficial de cinco días con un ojo puesto en los apuros de su homólogo japonés, Noboru Takeshita, para no zozobrar por el escándalo Recruit, y otro apuntando al objetivo de que se refuerce el respaldo nipón a la modernización económica china. Los dos jefes de Gobierno acordaron ayer establecer un órgano conjunto para incrementar las inversiones directas y la transferencia de tecnología de Japón a China. Li aprovechará la audiencia que le concederá hoy en el palacio Imperial el emperador Akihito para invitarle a visitar Pek...

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El primer ministro chino, Li Peng, inició ayer en Tokio una visita oficial de cinco días con un ojo puesto en los apuros de su homólogo japonés, Noboru Takeshita, para no zozobrar por el escándalo Recruit, y otro apuntando al objetivo de que se refuerce el respaldo nipón a la modernización económica china. Los dos jefes de Gobierno acordaron ayer establecer un órgano conjunto para incrementar las inversiones directas y la transferencia de tecnología de Japón a China. Li aprovechará la audiencia que le concederá hoy en el palacio Imperial el emperador Akihito para invitarle a visitar Pekín tan pronto como concluya el próximo enero el luto oficial por la muerte de su padre.

Trágico recuerdo

Las autoridades japonesas tienen gran interés en que los primeros viajes que realice el nuevo emperador al extranjero sean a China y Corea del Sur, dos naciones marcadas por el trágico recuerdo de la presencia militar nipona. Takeshita se ha retractado de la manifestación que hizo hace apenas mes y medio en el Parlamento poniendo en duda el carácter agresor de alemanes y japoneses durante la última guerra mundial.La visita del primer ministro chino es devolución de la que hizo Takeshita a Pekín el pasado agosto. Li, a quien acompañan en este viaje los ministros de Exteriores, Qían Qichen, y el de Comercio, Zhen Tuobin, quiere recalcar en sus encuentros previstos con empresarios locales que Pekín no cede en el propósito de seguir desarrollando la política de apertura económica pese a las medidas de austeridad que la inflación ha obligado a tomar. Sin embargo, tal garantía no parece que sea suficiente para impedir que las relaciones comerciales entre los dos países sean menores este año por el recorte de inversiones de capital y las medidas de reajuste tomadas por el Gobierno chino. El año pasado, el comercio bilateral creció un 23,5%, pero paradójicamente, por primera vez en cinco años, la balanza comercial se decantó en favor de los chinos. Todo ello coincidió con un fuerte impulso del comercilo entre Japón y Taiwan, circunstancia que irritó especialmente a Pekín.

Sin embargo, Li Peng ha recibido en Tokio una buena noticia. La empresa. japonesa Hitachi ha sido autorizada a vender a China tecnología relacionada con la fabricación de aparatos de vídeo. Estados Unidos había presentado sus reservas ante el Comité de Coordinación para el Control de Exportaciones (COCOM), alegando que el citado material puede ser utilizado con fines militares.

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