CONVERSACIONES EUROPEAS

Leif Mevik: "Las heridas abiertas en Noruega por el referéndum de 1972 no han cicatrizado"

Noruega, que se considera un país privilegiado y cercano en sus relaciones con la CE, no tiene previsto en el horizonte de los próximos años volver a plantear su adhesión a la Comunidad Europea. El referéndum de 1972, en el que los noruegos rechazaron por un 53% frente a un 47% su ingreso en la Comunidad, dejó en los cuatro millones de habitantes del país escandinavo unas heridas tan profundas que todavía no han cicatrizado. Según Leif Mevik, embajador noruego en Madrid, lo que pretende el Gobierno de Oslo en este momento es "intentar crear en el país una comprensión por lo que llamamos la dim...

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Noruega, que se considera un país privilegiado y cercano en sus relaciones con la CE, no tiene previsto en el horizonte de los próximos años volver a plantear su adhesión a la Comunidad Europea. El referéndum de 1972, en el que los noruegos rechazaron por un 53% frente a un 47% su ingreso en la Comunidad, dejó en los cuatro millones de habitantes del país escandinavo unas heridas tan profundas que todavía no han cicatrizado. Según Leif Mevik, embajador noruego en Madrid, lo que pretende el Gobierno de Oslo en este momento es "intentar crear en el país una comprensión por lo que llamamos la dimensión europea".

"Queremos planificar una política europea que tenga el mayor apoyo posible entre la población de nuestro país, pero la cuestión de un posible referéndum en este momento es prematura", añade el embajador, en vísperas del seminario hispano-noruego, que se celebrará mañana y pasado en Madrid, para estudiar las relaciones entre Noruega y la CE. La iniciativa de este encuentro partió del ministro de Exteriores Thorvald Stoltenberg, aprovechando las presidencias paralelas de la CE y de la EFTA por parte de España y de Noruega en el primer semestre del año. Durante dos días, medio centenar de expertos de los dos países debatirán diversos temas políticos, culturales y económicos, comunitarios y bilaterales. El seminario ha sido organizado en colaboración con la Fundación José Ortega y Gasset.El replanteamiento de las relaciones entre la CE y Noruega y la eventualidad de una nueva consulta popular sobre la adhesión a la Comunidad Europea es un tema tan delicado y sensible en el país escandinavo, que pasa por encima de ideologías y partidos. Y es probable que el tema no figure en la campaña de las elecciones generales del próximo mes de septiembre. Dice el embajador Mevik: "Noruega sufrió una especie de trauma nacional en el referéndum 1972, y, a raíz de ese trauma, el Gobierno cree que su cometido es cumplir con los desafíos que presenta la aproximación al mercado único de 1992. Y tiene miedo de que este trabajo pueda ser obstaculizado si se trae de lleno otra vez este tema en las elecciones. No hay ninguna cuestión en Noruega más delicada que esta".

El embajador noruego señala que el papel de los países de la CE es tan dominante que a veces se identifica a Europa con la Comunidad. "Pero para nosotros es de suma importancia recalcar que esto no es así. Noruega también es Europa. Tenemos una pertenencia histórica, cultural y económica, y deseamos ser socios activos europeos y, de hecho, estamos bastante avanzados en la integración en Europa".

Leif Mevik -en los últimos 12 años embajador jefe de las delegaciones noruegas en las conferencias internacionales de Belgrado, Madrid y Viena- destaca "el lugar de Noruega en la Europa política a través de su pertenencia común a la OTAN, en la que los países occidentales tienen un destino común, político y militar".

En cuanto a la colaboración económica con la CE, Noruega tiene un acuerdo comercial con la Comunidad que se hizo después del referéndum de 1972. "Dos terceras partes de nuestras exportaciones van a países del Mercado Común, y la mitad de nuestras importaciones vienen de la CE. Como factor muy importante en las relaciones entre Noruega y la CE, hay que mencionar nuestros grandes recursos petrolíferos. Tenemos reservas de gas y petróleo, sobre todo gas, que llegan al siglo que viene".

Mevik reconoce las especiales relaciones de su país con la CE, y destaca el papel que pueden jugar los países de la EFTA en el futuro. "El grupo de países que forman la EFTA (Austria, Finlandia, Noruega, Islandia, Suecia y Suiza), unos 30 millones de habitantes, constituyen un mercado importante para la CE". De cara al mercado único de 1992, los países de la EFTA han elegido estar juntos con una misma plataforma. "Lo que sea el resultado final de ese proceso de aproximación no lo sé. Para alguno de esos países puede que llegue a una adhesión total a la CE, para otros no. Quizá se pueda hablar de unos arreglos intermedios. Lo importante es que el desarrollo de este proceso ha tomado un giro muy dinámico", añade.

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