La misión de la ONU para Afganistán, desbordada por la guerra

La misión de las Naciones Unidas encargada de vigilar el cumplimiento del Acuerdo de Ginebra para la Pacificación de Afganistán (UNGOMAP) se siente desbordada por el desarrollo de la guerra. "Es muy difícil tener una misión de buena voluntad en medio de una guerra", afirma el teniente general Rauli Helminen, quien considera la conveniencia de que sea un cuerpo de paz de la ONU el que opere en esta zona.

Helminen señaló que, según lo acordado en Ginebra, la tarea de los 40 hombres que comanda se limita a informar al secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, sobr...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La misión de las Naciones Unidas encargada de vigilar el cumplimiento del Acuerdo de Ginebra para la Pacificación de Afganistán (UNGOMAP) se siente desbordada por el desarrollo de la guerra. "Es muy difícil tener una misión de buena voluntad en medio de una guerra", afirma el teniente general Rauli Helminen, quien considera la conveniencia de que sea un cuerpo de paz de la ONU el que opere en esta zona.

Helminen señaló que, según lo acordado en Ginebra, la tarea de los 40 hombres que comanda se limita a informar al secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, sobre las violaciones del acuerdo. Mientras estaban centrados en supervisar la retirada de las tropas soviéticas, su misión fue clara, pero tachó de "casi imposible" vigilar la no interferencia en los asuntos afganos cuando no existe un cese el fuego.Sin decirlo abiertamente, el militar, de nacionalidad finlandesa, dio a entender que la presencia de un cuerpo de las Naciones Unidas en Afganistán requiere un nuevo compromiso internacional, que cambiaría la tarea de la UNGOMAP. "Estarnos dispuestos a ayudar en un momento tenso o para salvar algunas dificultades, pero no tenemos poder ni autoridad" para impedir que se produzcan injerencias, añadió.

El acuerdo de Ginebra, firmado entre Pakistán y Afganistán, tiene a Estados Unidos y a la Unión Soviética como garantes, pero de llegarse a un nuevo documento de carácter regional, Irán estaría también invitado a participar en las negociaciones. En ese país residen más de dos millones de refugiados afganos y ocho partidos políticos de confesión musulmana shií. Pakistán alberga a tres millones de refugiados y al Gobierno de la resistencia muyahidin suní.

[El secretario estadounidense de Estado, James Baker, anunciará próximamente el nombramiento de un embajador especial para los rebeldes afganos, sin que ello represente el reconocimiento oficial por parte de EEUU del Gobierno formado por los muhaidin, según publicó ayer The Washington Post, informa Efe].

Helminen señaló que Afganistán ha denunciado más de 3.000 violaciones, frente a las cerca de 900 denunciadas por Pakistán, pero que sólo un tercio son investigadas. Se negó, sin embargo, a comentar las conclusiones de éstas, que son redactadas como "informes secretos" para el secretario general de la ONU.

En este sentido, tampoco quiso hacer referencia a las actuales denuncias del Gobierno afgano de que Pakistán respalda y apoya militarmente la ofensiva rebelde iniciada hace 12 días en Jalalabad, capital de la provincia de Nangahar. Indicó, sin embargo, que Kabul le ha pedido repetidamente que envíe un equipo para investigar el paso fronterizo de Khyber, que dista 80 kilómetros por carretera de Jalalabad.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Afganistán decidió mostrar al mundo que son ciertas sus afirmaciones, sobre la implicación de Islamabad en la lucha que libra contra los muyahidin. El Ministerio de Exteriores anunció que hoy habrá un encuentro entre la prensa internacional y dos oficiales del Ejército paquistaní capturados estos días en Jalalabad.

Según Helminen, la seguridad y las dificultades del terreno hacen también ardua la labor de la UNGOMAP. El teniente general se quejó de llevar "meses" esperando que las autoridades paquistaníes le faciliten helicópteros con los que supervisar esa zona fronteriza, montañosa en el Norte y desértica al Sur.

Helminen negó que se sintiera insatisfecho de su misión, pero se limitó a sonreír cuando durante la conferencia de Prensa un periodista le preguntó si creía que el acuerdo de Ginebra había logrado algo más que la retirada de las tropas. "Reitero que el cuerpo de paz de la ONU, o la misión observadora, no podrá enviarse hasta tanto no haya finalizado la guerra", añadió.

Archivado En