El hierro más antiguo

La poco conocida tradición ganadera madrileña tiene uno de sus baluartes en la crianza del toro de lidia. Y es que Madrid puede presumir de acoger el hierro más antiguo de España. El 5 de mayo de 1788 se lidió por primera vez una corrida de la ganadería de Aleas, la única, además, a la que se ha concedido una oreja como premio a la bravura de sus ejemplares, tal y como cuentan Diego Lechuga y José Luis Díez en su libro Madrid, tierra de toros.

Manuel Aleas fue el fundador de la ganadería. Era un rico hacendado de Colmenar Viejo cuya riqueza y linaje quiso ratificar con la adquisi...

La poco conocida tradición ganadera madrileña tiene uno de sus baluartes en la crianza del toro de lidia. Y es que Madrid puede presumir de acoger el hierro más antiguo de España. El 5 de mayo de 1788 se lidió por primera vez una corrida de la ganadería de Aleas, la única, además, a la que se ha concedido una oreja como premio a la bravura de sus ejemplares, tal y como cuentan Diego Lechuga y José Luis Díez en su libro Madrid, tierra de toros.

Manuel Aleas fue el fundador de la ganadería. Era un rico hacendado de Colmenar Viejo cuya riqueza y linaje quiso ratificar con la adquisición de una vacada. Adoptó un hierro singular: un 9, que recordaba el número de colmenas que figuran en el escudo del pueblo. Los Aleas eran conocidos por ser grandes y descarados de pitones. Quizá por ello en el mundo taurino corría este dicho: "Los Aleas, ni los veas".

La ganadería está ahora en manos de José Vázquez, que lleva varios años intentando reconstruir el prestigio ganado por los Aleas en más de dos siglos de historia. Será precisamente en la presente temporada taurina cuando los nuevos productos Aleas salgan de nuevo a la arena. Sin embargo, ya no serán iguales. La raza jijona de toros colorados que caracterizaron el hierro de Colmenar se ha perdido, a falta de un macho puro que cruzar con las tres vacas jijonas que le quedan a Vázquez.