CiU apoya una moción contra el racismo, pero impide que se tomen medidas

La Comisión de Política Social del Parlamento de Cataluña aprobó ayer por unanimidad una proposición no de ley que condena la discriminación y el racismo. La oposición de la mayoría parlamentaria de CiU impidió, sin embargo, que la iniciativa socialista fuese aprobada en su totalidad, y quedaron excluidas una serie de medidas concretas que instaban al Gobierno catalán a fomentar la integración real de los colectivos extranjeros, "sea cual sea su procedencia, raza o condición social y económica".Estas medidas rechazadas integraban un conjunto de programas de prestaciones sociales, sanitarias, e...

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La Comisión de Política Social del Parlamento de Cataluña aprobó ayer por unanimidad una proposición no de ley que condena la discriminación y el racismo. La oposición de la mayoría parlamentaria de CiU impidió, sin embargo, que la iniciativa socialista fuese aprobada en su totalidad, y quedaron excluidas una serie de medidas concretas que instaban al Gobierno catalán a fomentar la integración real de los colectivos extranjeros, "sea cual sea su procedencia, raza o condición social y económica".Estas medidas rechazadas integraban un conjunto de programas de prestaciones sociales, sanitarias, económicas, educativas y culturales, a la vez que se proponía una campaña de sensibilización ciudadana sobre la cultura de origen de las comunidades diferenciadas. En este sentido, la diputada socialista Rosa Barenys defendió la aplicación de medidas concretas por parte de la Generalitat: "Porque estamos viviendo un enfrentamiento entre comunidades en algunos puntos de Cataluña". Según esta diputada, en Cataluña viven unos 40.000 centroafricanos.

La parlamentaria convergente Carme Servitje manifestó su convencimiento de que Cataluña no es racista, porque "ha sido y es un país de acogida".

Por otra parte, el primer secretario del PSC, Raimon Obiols, abogó anoche por una posible modificación de la ley de Extranjería, informa Anna Galcerán. "Si la aplicación concreta de la ley de Extranjería de 1985 es lesiva a los derechos de los ciudadanos, será necesaria su modificación, pero no en el sentido de aumentar su rigor tal y como apunta la derecha, sino justamente al contrario", dijo Obiols.

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