EL VIII CONGRESO DE C.D.C.

Jordi Pujol pone en duda la validez futura del Estatuto

El presidente de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Jordi Pujol, manifestó ayer durante la clausura del VIII Congreso del partido nacionalista que, "tal como van las cosas, este Estatut no será la solución". Pujol, que fue elegido con el 99,65% de los votos favorables, hizo un llamamiento para mantener en el futuro la cohesión del principal partido de Cataluña para hacer una larga marcha, "ya que el futuro de la plenitud de Cataluña está aún lejos". La elección de Miquel Roca como secretario general y una cierta sensación entre los asistentes de que el congreso había servido para cal...

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El presidente de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Jordi Pujol, manifestó ayer durante la clausura del VIII Congreso del partido nacionalista que, "tal como van las cosas, este Estatut no será la solución". Pujol, que fue elegido con el 99,65% de los votos favorables, hizo un llamamiento para mantener en el futuro la cohesión del principal partido de Cataluña para hacer una larga marcha, "ya que el futuro de la plenitud de Cataluña está aún lejos". La elección de Miquel Roca como secretario general y una cierta sensación entre los asistentes de que el congreso había servido para calentar el partido ante una hipotética reforma del Estatuto son los dos elementos más importantes después de dos días de debate político.

Los movimientos del congreso, los comentarios efectuados por los delegados anónimos en los pasillos y el aplauso unánime con que fue premiado el conseller de Agricultura., Josep Miró Ardèvol, cuando retiró una enmienda que pedía la reforma del Estatuto y evitó así que muchos delegados por disciplina tuvieran que votar en contra de lo que pensaban, han demostrado de una manera bastante clara que el partido está psicológicamente más preparado para su reforma que muchos de los dirigentes convergentes.Pujol, que se había opuesto públicamente durante el debate previo al congreso a que el partido iniciara ahora los trámites de reforma estatutaria como pedían un grupo de militantes de CDC, ha podido pulsar nítidamente esta sensación en las decenas de conversaciones que ha mantenido con diferentes delegados y quizá por ello hizo anoche un discurso en el que sus argumentos se asemejaban en algún punto más a los del conseller de Agricultura que a los de Maciá Alavedra, que hizo en la comisión correspondiente el papel de telonero de las tesis oficiales.

El abandono de Trias

Las medidas palabras de Pujol sobre la reforma del Estatuto, una de las pocas frases que llevaba escritas en unas notas elaboradas a bolígrafo, daban a entender que tan sólo por responsabilidad de su cargo de presidente de la Generalitat no había encabezado él personalmente la petición de reforma estatutaria. "Cada competencia nos es regateada" por la Administración central, señaló. "A los de Madrid tendría que darles verguenza... Siempre nos intentan rebajar nuestra autonomía... No podemos ser tratados con el vuelva usted mañana".

Pujol, aún enojado porque Ramón Trias Fargas, su antecesor en la presidencia de CDC, abandonó la sala al iniciarse el discurso del nuevo secretario general, Miquel Roca, explicó que lo único que no había querido en el tema de la reforma del Estatuto era que el congreso "adquiriera un compromiso en el tiempo y en la hora" aunque retiteró que "si seguimos así no tendremos más remedio que hacerlo". Dolido por algún comportamiento del Gobierno manifestó que "a gente no tan constructiva sí que a veces se les hace caso".

El hecho de que Pujol quisiera dedicar una parte sustancial de su discurso a hablar del futuro fue una muestra clara de que no está por su jubilación política y de que quiere seguir llevando las riendas del partido, aunque sea desde la presidencia de CDC.

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La ascensión de Miquel Roca a la secretaría general -con el 94,23% de los votos- abandonando la coletilla de por delegación que le ha acompañado desde 1985, supone su consolidación como numero dos del partido y ocupar, según casi todos los dirigentes, el puesto que le corresponde como principal capital político detrás de Jordi Pujol.

Al plenario del congreso que aprobó las seis ponencias, debatidas desde el viernes en comisión, no llegó ni una sola enmienda. Las ponencias fueron aprobadas todas con votaciones superiores al 93% de los votos, en clara demostración del férreo control que Miquel Roca mantiene sobre la organización.

La parte de la ponencia que juzgaba negativa para la democracia la falta de una alternativa a los socialistas ha sido modificada y el texto finalmente aprobado indica solamente que "no es bueno para la democracia que no exista una alternativa progresista capaz de triunfar".

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