Los escolares estudiarán un idioma extranjero a partir de los ocho años
El comienzo de la enseñanza de un idioma extranjero a partir de los ocho años es una de las novedades que introducirá la futura reforma del sistema educativo, sobre cuyas líneas maestras suscribieron ayer un protocolo de acuerdo el ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, y los consejeros titulares de Educación de las comunidades autónomas con competencias plenas.
De los diversos aspectos recogidos en dicho protocolo, Solana subrayó, además del relativo a la enseñanza del idioma extranjero, que actualmente se estudia sólo en el ciclo superior de EGB, la ampliación del período...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El comienzo de la enseñanza de un idioma extranjero a partir de los ocho años es una de las novedades que introducirá la futura reforma del sistema educativo, sobre cuyas líneas maestras suscribieron ayer un protocolo de acuerdo el ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, y los consejeros titulares de Educación de las comunidades autónomas con competencias plenas.
De los diversos aspectos recogidos en dicho protocolo, Solana subrayó, además del relativo a la enseñanza del idioma extranjero, que actualmente se estudia sólo en el ciclo superior de EGB, la ampliación del período de escolaridad obligatoria hasta los 16 años de edad; la nueva ordenación del sistema (educación infantil hasta los 6 años; primaria, de 6 a 12; secundaria oblgatoria, de 12 a 16 y secundaria postobligatoria, con diversas modalidades de organización y duración, desde los 16 en adelante); la implantación de un título único al término de la enseñanza obligatoria, y la generalización y potenciaclón de las enseñanzas musicales y de la educación física.
El ministro destacó también el consenso entre las diversas administraciones sobre el principio inspirador y el gran objetivo de la reforma, que no debe ser otro que el de mejorar la calidad de la enseñanza, para lo que es preciso que el Estado aporte más y mejores recursos y que se mejore la formación del profesorado.