Fuerte incremento de las importaciones de pollo francés

Durante los últimos tres meses se ha producido un fuerte incremento en las importaciones de canales de pollo procedentes de Francia. Las compras han afectado tanto al producto fresco como al congelado. Las ventas desde otros países han sido muy escasas y proceden solamente del Reino Unido.

La posibilidad de incrementar las importaciones de carne de pollo fueron contempladas por la Administración el pasado mes de octubre a raíz de la subida de la carne de pollo y la evolución del índice de precios al consumo (IPC). Las operaciones de compra en el exterior, en un mercado donde las fro...

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Durante los últimos tres meses se ha producido un fuerte incremento en las importaciones de canales de pollo procedentes de Francia. Las compras han afectado tanto al producto fresco como al congelado. Las ventas desde otros países han sido muy escasas y proceden solamente del Reino Unido.

La posibilidad de incrementar las importaciones de carne de pollo fueron contempladas por la Administración el pasado mes de octubre a raíz de la subida de la carne de pollo y la evolución del índice de precios al consumo (IPC). Las operaciones de compra en el exterior, en un mercado donde las fronteras estaban totalmente abiertas, han estado marcadas por los precios pagados en España y en los países de nuestro entorno.

Las importaciones de carne de pollo han sido tradicionalmente muy bajas. Según datos referidos al primer semestre de este año, las compras no pasaban de las 300 toneladas por mes. A partir de septiembre y hasta este momento, esas importaciones han pasado a superar las 1.200 toneladas mensuales, la mayor parte de las cuales proceden de Francia.

Según los avicultores españoles de carne, este aumento se debe a dos razones. En primer lugar, a la caída de los precios en el mercado francés. La crisis de cotizaciones registrada en España durante el primer semestre de 1988 se ha venido produciendo en el país vecino a lo largo de los últimos cuatro meses. En consecuencia, los productores se ven forzados a exportar hacia un mercado como el español donde el precio del animal vivo ha pasado de 140 pesetas en octubre a 129 pesetas/kilo en el pasado mes de noviembre.

Para los avicultores españoles, hay sin embargo otras razones más profundas que tendrían efectos a más largo plazo sobre el sector. En los últimos meses, firmas francesas importantes en la producción de pollo, como Dux, han potenciado su grado de penetración en España con la apertura de agencias en puntos claves de la demanda como serían las ciudades de Madrid, Barcelona y Sevilla.

Ventas a la baja

Según responsables de la Asociación Nacional de Productores de Pollos (ANPP), esta ofensiva de importaciones no sería solamente consecuencia de los bajos precios en Francia, sino el reflejo de una estrategia para introducirse en el mercado español y ganar cuota a base de ventas a la baja. El segundo paso de esa estrategia sería la posibilidad de que grupos extranjeros participasen en granjas españolas, para lo cual ya se han desarrollado algunas conversaciones.En relación con las acusaciones realizadas contra el sector de la producción de carne de pollo por prácticas de oligopolio, el Tribunal de Defensa de la Competencia mantiene abierto el expediente. Según los productores, no se esperan resultados negativos para los ganaderos.

Al mes de diciembre, el precio medio percibido por el sector para el kilo de pollo vivo durante este año asciende a 119 pesetas, lo que supone una peseta menos que los costes de producción, que se sitúan en 120 pesetas. Las graves pérdidas del primer semestre del año se han recuperado parcialmente en los últimos tres meses.

Para la ANPP, la apertura del expediente ha sido incluso buena para el sector, al constituir la posibilidad de que la Administración conozca a fondo los problemas que atraviesa el sector de avicultura de carne.

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