Madrid, la capital europea más sucia

Es cierto que antes en Madrid había barrios limpios, y otros, por haber cometido el pecado de estar en la periferia, no estaban todo lo limpios que era de desear. Había barrios limpios y barrios sucios. Vino la democracia y se pensó que ya estaba bien el soportar esa desigualdad. Ahora todos los barrios están sucios.Invito a quienes no tengan nada mejor que hacer a que se den un paseo turístico por el barrio de Argúelles, sin dejar de visitar la calle de Andrés Mellado. En domingo lleve una mascarilla por la cantidad de detritus que encontrará en sus aceras. Hay contenedores de botellas...

Es cierto que antes en Madrid había barrios limpios, y otros, por haber cometido el pecado de estar en la periferia, no estaban todo lo limpios que era de desear. Había barrios limpios y barrios sucios. Vino la democracia y se pensó que ya estaba bien el soportar esa desigualdad. Ahora todos los barrios están sucios.Invito a quienes no tengan nada mejor que hacer a que se den un paseo turístico por el barrio de Argúelles, sin dejar de visitar la calle de Andrés Mellado. En domingo lleve una mascarilla por la cantidad de detritus que encontrará en sus aceras. Hay contenedores de botellas que a su alrededor muestran litronas rotas, hay papeleras de plástico rotas. Arrancadas de sus soportes, quemadas, que en el suelo muestran su contenido. Esto que cuento no es circunstancial, es crónico.

Nunca los madrileños hemos pagado tantos impuestos al Ayuntamiento y nunca los madrileños hemos discurrido entre tanta mierda (el léxico me lo enseñó el señor Cela). Y es que hay tantas comisiones para vigilar la gestión municipal que está pasando lo que le ocurrió al león del zoo: que cada vez estaba más famélico, y era que los encargados de vigilar lo que a él se destinaba para su alimentación no alimentaban al león y sí a los que cuidaban de su sustento.

Creo que la democracia no tiene nada que ver con la higiene. Tampoco la seguridad ciudadana es contribución que la sociedad democrática tiene que pagar. Creo simplemente que se está confundiendo el dejar hacer a cambio de conseguir votos. Un político contemporáneo dijo en su momento: "Dios nos libre de los Gobiernos débiles"; y parece que Dios no nos quiere librar de los Gobiernos débiles.

Y pensar que el Ayuntamiento de Madrid piensa declarar a la capital en el 92 (todo para el 92) capital de la cultura hace sonreír. Madrid es la capital europea más sucia de Europa, pero, eso sí, es una suciedad democrática.-