La poblacion marginal andaluza sufre los últimos focos de poliomielitis

Una cobertura vacunal insuficiente, unida a la escasa utilización de los servicios sanitarios por parte de una población de nivel socioeconómico bajo, ha hecho que entre agosto de 1987 y marzo de 1988 se registren 11 nuevos casos de poliomielitis en Andalucía, concretamente en las provincias de Almería, Málaga y Córdoba, cuando esta enfermedad está prácticamente extinguida en el resto de Europa. Andalucía se encuentra a la cabeza de España de esta enfermedad para muchos ya olvidada.

Ejl Programa de Vacunación Andaluz (PVA) inició en 1984 actuaciones destinadas a aumentar la cobertura va...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una cobertura vacunal insuficiente, unida a la escasa utilización de los servicios sanitarios por parte de una población de nivel socioeconómico bajo, ha hecho que entre agosto de 1987 y marzo de 1988 se registren 11 nuevos casos de poliomielitis en Andalucía, concretamente en las provincias de Almería, Málaga y Córdoba, cuando esta enfermedad está prácticamente extinguida en el resto de Europa. Andalucía se encuentra a la cabeza de España de esta enfermedad para muchos ya olvidada.

Ejl Programa de Vacunación Andaluz (PVA) inició en 1984 actuaciones destinadas a aumentar la cobertura vacunal en la comunidad, ya que el número de enfermedades víricas, en concreto de poliomielitis, iba en aumento. Hasta 1980 las tasas andaluzas han sido superiores a las nacionales, y desde 1976 a 1987 se han registrado 84 casos de pollo, lo que supone el índice más alto de España. La poliomielitis es una infección vírica cuya gravedad comprende desde un estado asintomático hasta parálisis en brazos o piernas e incluso meningitis.De los 231 casos que se produjeron en España en 1975, 122 correspondieron a Andalucía, de los cuales 62 se registraron en Cádiz. Asimismo, de los 82 casos registrados en España en 1978, 54 correspondieron a Andalucía, y más de la mitad de estos últimos, a Almería. Según el Servicio Andaluz de Salud (SAS), la aparición de un caso de poliomielitis paralítica pone de manifiesto la existencia de 100 a 1.000 casos de infecciones inaparentes o manifestaciones clínicas menores.

La cobertura vacunal óptima para 1990 marcada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es del 90% de los niños de hasta dos años de edad. Sin embargo, las tasas alcanzadas en las provincias andaluzas se encuentran muy por debajo de esta meta. Así, de los 885 niños nacidos en Córdoba en el pasado mes de julio sólo un 67% ha recibido alguna dosis de vacunación. De los 958 nacidos en Granada en el mismo periodo de tiempo, sólo el 43%, y de los 586 nacidos en Málaga, sólo el 80%.

El Programa de Vacunación Andaluz cuenta desde 1984 con técnicos coordinadores en todas las provincias andaluzas con objeto de ampliar la cobertura vacunal. Para ello se han constituido grupos de carácter intersectorial formados por sanitarios, educadores y trabajadores sociales que, después de localizar las zonas de alto riesgo en las que se dan o se podrían dar casos de enfermedades víricas desarrollan un programa de actuaciones encaminado a familiarizar a la población con los servicios sanitarios.

En este sentido, Sevilla capital se ha divido en 32 zonas básicas de salud para determinar, según un registro informatizado de vacunas, las zonas de alto riesgo. Éstas son el Polígono Sur y la Letanía, donde la cobertura de vacunación es, desde enero de este año, del 55% frente al 85% que se registra en otras zonas.

Perdigones y San Diego

Según Gloria Garrucho, jefe de sección de Promoción de Salud del Ayuntamiento de Sevilla, el problema estriba en las altas tasas de abandono, es decir, los niños que no reciben dosis de vacuna completa. Así, de cada 100 niños nacidos, el 90% recibe una primera dosis, pero sólo un 76% la completa.El PVA ha elaborado un subprograma para la población de alto riesgo que vive en chabolas y en zonas que carecen de los mínimos servicios sanitarios, como son, en Sevilla, los núcleos marginales de Bermejales, Chapina, Perdigones y San Diego.

El equipo intersectorial se traslada a estos núcleos, en su mayoría asentamientos gitanos, donde suministra la primera dosis de vacuna e intenta ofrecer orientaciones para que los que lo forman acudan al centro de salud más cercano con objeto de recibir las dosis restantes. El seguimiento sanitario de estos grupos resulta difícil por su escaso sedentarismo.

Sobre la firma

Archivado En