Chadli Benyedid, candidato único a un tercer mandato presidencial en Argelia

Chadli Benyedid fue elegido candidato único a las elecciones presidenciales, adelantadas al próximo 22 de diciembre, por el congreso del Frente de Liberación Nacional (FLN), que anoche terminó sus sesiones en Argel. El coronel Benyedid, presidente desde 1979, se reafirma así como el hombre providencial por encima de los más grandes debates políticos que sacuden el país magrebí, incluido su partido único, desde los disturbios del pasado octubre.

El congreso aprobó también el proyecto de reformas presentado por Benyedid, que intenta evitar el multipartidismo por la apertura del FLN a "tod...

Chadli Benyedid fue elegido candidato único a las elecciones presidenciales, adelantadas al próximo 22 de diciembre, por el congreso del Frente de Liberación Nacional (FLN), que anoche terminó sus sesiones en Argel. El coronel Benyedid, presidente desde 1979, se reafirma así como el hombre providencial por encima de los más grandes debates políticos que sacuden el país magrebí, incluido su partido único, desde los disturbios del pasado octubre.

El congreso aprobó también el proyecto de reformas presentado por Benyedid, que intenta evitar el multipartidismo por la apertura del FLN a "todas las sensibilidades y energías patrióticas"."El multipartidismo en estos momentos puede constituir un peligro para la independencia y la unidad nacional. No podemos precipitarnos en la apertura política", dijo Benyedid en su discurso ante el congreso del FLN. El presidente no descartó, sin embargo, que en el futuro el pueblo de Argelia sea llamado a "expresarse en toda libertad" sobre esta cuestión. "Si el pueblo lo quiere", dijo, "deberemos plegarnos a su voluntad e instar el multipartidismo".

Retorno a las fuentes

De momento, el FLN va a intentar lo que Abdelhamid Mehri, confirmado por el congreso como responsable del aparato del partido, calificó ayer de "un retorno a las fuentes". Se trata, explicó el sustituto de Cherif Mesadia, de "recuperar el espíritu inicial" del FLN, el de los años de la lucha por la independencia, cuando no era una organización monolítica, sino "un verdadero frente, donde se reunían diversas corrientes"."Queremos dar todas las oportunidades al éxito de esta fórmula de apertura", explicó Mehri. "Pero si no funciona, un congreso extraordinario del FLN propondrá al pueblo un referéndum sobre la libertad de partidos políticos". Eso supondría una modificación de la Constitución argelina, que consagra expresamente al FLN como partido único del país y al socialismo como "opción irreversible" de la economía nacional.

Los resultados del congreso del FLN supone una derrota de la vieja guardia y un triunfo laborioso del reformismo del presidente Benyedid, pero no satisfacen enteramente las aspiraciones a la democracia que se expresan estos días en los periódicos argelinos y en los movimientos universitarios y profesionales. No obstante, el paquete de reformas aprobado ayer supone una indudable liberalización de la vida argelina.

Los observadores políticos extranjeros en Argel estiman que el FLN ha ido en su reunión del domingo y el lunes lo más lejos que podía. "Dar un paso más", afirmó uno, "hubiera supuesto su harakiri".

Las reformas aprobadas por el congreso contemplan una se paración del FLN y el Estado, cuyos papeles se confunden en la actualidad. En esa dirección podrán presentarse en adelante candidaturas independentistas a las elecciones locales y legislativas, a las que hasta ahora sólo tenían acceso los militantes de FLN. También se autoriza la creación de organizaciones de masas que no dependan del partido único. El techo de las libertades de expresión e información será asimismo elevado.

"Desprecio del ciudadano"

Revisten particular importancia la creación de un consejo que vele por la constitucionalidad de las leyes, y sobre todo la obligación de que a partir de ahora todos los argelinos llamados a responsabilidades en el aparato del Estado deberán hacer una declaración de sus fortunas personales al principio y al fin de su mandato. Esta última medida pretende atajar la corrupción denunciada tanto por los manifestantes de octubre como por el propio presidente Benyedid.Benyedid, según expuso al congreso, considera que los culpables de la crisis económica que sufre Argelia son la disminución a la mitad de las rentas del petróleo y el gas en los tres últimos ejercicios; la pertinaz sequía; la burocracia y la mala gestión, y el "desprecio del ciudadano y del individualismo". El presidente ha criticado también el espíritu paternalista y asistencial que inspiraba al Estado argelino. Es en muchos aspectos, un discurso similar al de los reformadores de otros países basados en el partido único y la economía socialista.

La victoria del coronel Benyedid en el congreso del FLN confirma que cuenta con la confianza de las fuerzas armadas, que desde los primeros años de la independencia constituyen la médula del país magrebí. Los observadores argelinos y extranjeros no dudaban ayer que Benyedid obtendrá un amplio respaldo en las elecciones de diciembre a la jefatura del Estado.