35 ex oficiales piden a Shamir que no forme Gobierno con los líderes religiosos

Un grupo de 35 generales y coroneles en reserva ha enviado una carta al primer ministro conservador, Isaac Shamir, instándole a no formar Gobierno con los partidos religiosos y ultranacionalistas, debido a que éstos consideran que el servicio militar debe ser reservado sólo a los israelíes laicos. Los estudiantes rabínicos, unos 20.000 en Israel, debieran ser excluidos."Estamos preocupados", dice la nota, "por los aspectos inmorales y antieducativos de un Gobierno en el que un 207. de los ministros [religiosos y ultranacionalistas] removerán el cielo y la tierra para que miles de jóvenes israe...

Un grupo de 35 generales y coroneles en reserva ha enviado una carta al primer ministro conservador, Isaac Shamir, instándole a no formar Gobierno con los partidos religiosos y ultranacionalistas, debido a que éstos consideran que el servicio militar debe ser reservado sólo a los israelíes laicos. Los estudiantes rabínicos, unos 20.000 en Israel, debieran ser excluidos."Estamos preocupados", dice la nota, "por los aspectos inmorales y antieducativos de un Gobierno en el que un 207. de los ministros [religiosos y ultranacionalistas] removerán el cielo y la tierra para que miles de jóvenes israelíes, sanos de cuerpo y de espíritu, no hagan su servicio militar".

La declaración es significativa de una opinión extendida en el Ejército, ya que no sólo la firman destacados ex generales laboristas, sino también personalidades de la derecha, como el general ShIomo Lahat, alcalde de Tel Aviv.

La presión ejercida por estos oficiales en reserva se suma a la que ya han iniciado los círculos judíos de Estados Unidos, que piden a Shamir no introducir, como exigen los partidos religiosos, una legislación dirigida contra los cerca de tres millones de judíos norteamericanos.

[Por su parte, la dirección del Partido Laborista decidió anoche romper las negociaciones con la coalición Likud, encabezada por Shamir, para la formación de un eventual Gobierno entre ambas fuerzas políticas, informa France Presse. Según los observadores, la actitud asumida por la dirección laborista constituye un desaire para dos de sus máximos dirigentes, Simón Peres e Isaac Rabin. Ambos abogaron en la dirección del partido por no rechazar nuevos contactos con el Likud].