Sobre ser de Bilbao

En referencia a la carta de Jokin Aizpurua e Ignacio Arregui Ser de Bilbao, del 30 de octubre, en la que se sienten discriminados por ser vascos a la hora de encontrar una vivienda en alquiler, quiero manifestar mi opinión contraria al respecto. Los madrileños, salvo excepciones, en su mayoría no hacen distinción en estos casos, excepto, quizá, en el trato personal por diferencias culturales; al menos, mi experiencia así lo indica.Incluso, en general, en la vida social, al margen de la gente desagradable, que en todas partes hay, yo como euskaldun nunca ha tenido problemas en Mad...

En referencia a la carta de Jokin Aizpurua e Ignacio Arregui Ser de Bilbao, del 30 de octubre, en la que se sienten discriminados por ser vascos a la hora de encontrar una vivienda en alquiler, quiero manifestar mi opinión contraria al respecto. Los madrileños, salvo excepciones, en su mayoría no hacen distinción en estos casos, excepto, quizá, en el trato personal por diferencias culturales; al menos, mi experiencia así lo indica.Incluso, en general, en la vida social, al margen de la gente desagradable, que en todas partes hay, yo como euskaldun nunca ha tenido problemas en Madrid por manifestar una diferencia cultural y lingüística.

Más bien he sido tratado muy amablemente, y con frecuencia mis amigos se muestran muy interesados por la cultura vasca y el euskera, que yo, gustosamente, les doy a conocer. Es claro que, a veces, las distintas mentalidades sólo pueden alcanzar la armonía a través de la comprensión mutua, que significa evitar la imposición y la sumisión al mismo tiempo, sino aceptar la pluralidad en el prójimo. Quiero insistir en que en Madrid hay mucha gente razonable entre la cual se pueden hacer muchos amigos y ofrecerles lo que desean conocer de la cultura vasca. En particular, encontré algunos alumnos para darles clases de euskera, lo cual es muy satisfactorio-