ECOLOGÍA

Técnicos de 50 países estudian limitar el transporte de residuos

La reducción al mínimo del transporte internacional de residuos tóxicos y peligrosos es el objetivo final de la convención sobre este tema, cuyo texto definitivo estudian desde ayer en Ginebra expertos técnicos y legales de 50 países, convocados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). "Estamos convencidos de que la imposición de restricciones sobre el movimiento de residuos peligrosos actuará como incentivo para reducir su generación y -también para que sean procesados en lugares próximos a donde hayan sido generados", dice uno de los nuevos párrafos propuestos p...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La reducción al mínimo del transporte internacional de residuos tóxicos y peligrosos es el objetivo final de la convención sobre este tema, cuyo texto definitivo estudian desde ayer en Ginebra expertos técnicos y legales de 50 países, convocados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). "Estamos convencidos de que la imposición de restricciones sobre el movimiento de residuos peligrosos actuará como incentivo para reducir su generación y -también para que sean procesados en lugares próximos a donde hayan sido generados", dice uno de los nuevos párrafos propuestos por Mostafa K. Tolba, director ejecutivo del PNUMA, para su añadido en el preámbulo del tratado, cuyo cuarto y probablemente último borrador estudian los expertos hasta el próximo día 16. Si se llega a un acuerdo de principio sobre el texto, éste será ratificado durante una conferencia de nivel ministerial que tendría lugar en Basilea (Suiza) del 20 al 22 de marzo de 1989.El interés por el acuerdo es grande entre los países del Tercer Mundo, que se están convirtiendo, por razones económicas, en basureros de los países industrializados, aceptando residuos radiactivos y tóxicos. Recientemente se ha descubierto también el gran tráfico existente entre los países occidentales y los del Este europeo.

Entre los puntos conflictivos está la obligación del exportador de prestar asesoramiento técnico, a sus expensas, al país receptor, tanto sobre métodos para determinar la verdadera naturaleza de la carga como sobre las técnicas para su tratamiento.

Archivado En