Chadli Benyedid destituye a Mohamed Cherif Mesadía, el 'ogro' del pueblo argelino

Chadli Benyedid ha cargado definitivamente de significado democrático el referéndum que Argelia celebrará el próximo jueves, 3 de noviembre. El presidente argelino destituyó ayer al duro e impopular Mohamed Cherif Mesadía, número dos del partido único FLN. En su lugar, Benyedid nombró al actual embajador de Argelia en Marruecos, Abdelhamid Mehri. Se trata de un hombre partidario del diálogo y de un entusiasta de la construcción del Gran Magreb.

Durante los disturbios que sacudieron Argelia entre los pasados 5 y 12 de octubre, la gran mayoría de la población responsabilizó a Mesadía ...

Chadli Benyedid ha cargado definitivamente de significado democrático el referéndum que Argelia celebrará el próximo jueves, 3 de noviembre. El presidente argelino destituyó ayer al duro e impopular Mohamed Cherif Mesadía, número dos del partido único FLN. En su lugar, Benyedid nombró al actual embajador de Argelia en Marruecos, Abdelhamid Mehri. Se trata de un hombre partidario del diálogo y de un entusiasta de la construcción del Gran Magreb.

Durante los disturbios que sacudieron Argelia entre los pasados 5 y 12 de octubre, la gran mayoría de la población responsabilizó a Mesadía de los males que sufre el país. Mesadía era, según la convicción popular, el culpable de la penuria de productos básicos de consumo, de la corrupción generalizada en las esferas del poder y de la asfixiante falta de libertades.Cuando, al sexto día de la revuelta de la sémola, Chadli Benyedid prometió en la televisión que rodarían cabezas, todo el mundo pensó de inmediato en Mesadía. El responsable del secretariado permanente del FLN, o sea, número dos del partido, desapareció entonces durante dos largas semanas y en Argel se rumoreó que había sido encarcelado o había huido al extranjero.

Su fugaz reaparición en la vida pública tuvo lugar en Rabat los pasados jueves y viernes. Mesadía presidió la delegación argelina en la comisión política que esbozó las líneas generales del Magreb unido al que aspiran los cinco países árabes del norte de África. El hombre que viajó a Rabat estaba pálido, demacrado y al límite de sus fuerzas.

Mesadía estaba, considerado un duro, un antirreformista y un prosoviético en el seno del FLN. En la época del fallecido presidente Huari Bumedian se destacó como hábil manipulador de la información.

Los argelinos comenzaban ya a impacientarse por la tardanza de su caída. El pasado jueves, Abdu Benzian, cronista del mismísimo Revolution Africaine, semanario del FLN, escribió: "A la clase política argelina le falta dignidad y honor. ¿Cómo es posible que nadie haya dimitido aún después de los recientes disturbios?". El periodista añadió que los medios de información argelinos "han mentido sin parar desde 1962 sobre la realidad del poder, en cuya cumbre se desarrollan sordas y ásperas luchas". Aún más, Abdu Benzian dijo: "Desde 1962, argelinos torturan a argelinos".

Chadli Benyedid ha escogido para sustituir a Mesadía al frente del FLN al hasta ahora embajador argelino en Rabat, Abdelhamid Mehri. Es un hombre de gran prestigio en todos los países del Magreb, cionde se le considera un luchador histórico por la unidad de los pueblos de la región. Una fuente rnarroquí le calificó ayer de "auténtico, nacionalista magrebí". Cuande, el pasado mayo Argel y Marruecos reestablecieron relaciones diplomáticas, Hassan II agradeció a Benyedid ía elección de Mehri como embajador de Argelia en Rabat. En ese momento, el diplomático era embajador argelino en París.

Mehri, un hombre cortés, flexible y partidario del diálogo, es desde ayer el encargado de dirigir la comisión que presentará en el próximo Sexto Congreso del FLN el proyecto de reformas que deben conducir a una liberalización de la vida argelina.

El comunicado oficial de la presidencia que anunció los cambios afirmaba que Mesadía será destinado a "otras funciones o misiones". La misma suerte le tocó al general Medjub Lakehal-Ayat, responsable hasta ahora de la seguridad nacional. Fue sustituido por el coronel Mohamed Betchin. La caída del general debe interpretarse como el castigo por la incompetencia de los responsables del orden público en Argelia, que no previeron la revuelta y la reprimieron finalmente al precio de medio millar de vidas humanas.