Los italianos quieren una presidencia más fuerte, según Cossiga

El presidente de la República italiana, el democristiano Francesco Cossiga, acaba de realizar unas sorprendentes declaraciones durante el viaje oficial que efectúa a Australia, al manifestar a un grupo de periodistas que los italianos están deseando tener un padre, es decir, un centro de poder decisional más personal y menos colegial. Cossiga subrayó, no obstante, que personalmente siempre ha preferido que el centro de poder esté en el Parlamento más que en el Quirinal, la sede de la presidencia de la república.En cualquier caso, no pocos se preguntan de dónde habrá sacado el presid...

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El presidente de la República italiana, el democristiano Francesco Cossiga, acaba de realizar unas sorprendentes declaraciones durante el viaje oficial que efectúa a Australia, al manifestar a un grupo de periodistas que los italianos están deseando tener un padre, es decir, un centro de poder decisional más personal y menos colegial. Cossiga subrayó, no obstante, que personalmente siempre ha preferido que el centro de poder esté en el Parlamento más que en el Quirinal, la sede de la presidencia de la república.En cualquier caso, no pocos se preguntan de dónde habrá sacado el presidente la conclusión de que los italianos quieren un jefe del Estado con mayores poderes y, por consiguiente, el establecimiento de una segunda República de tipo presidencialista.

El diario turinés La Stampa reveló ayer que Cossiga tiene en sus manos un sondeo secreto según el cual ocho de cada diez italianos prefieren que la elección del presidente de la República se haga directamente por voto popular y no indirectamente a través del Parlamento.

Las palabras del presidente Cossiga han levantado una polvareda, pues llegan justo cuando acaba de concluir la dura batalla contra el voto secreto parlamentario.

La elección del jefe del Estado por sufragio popular es, junto con la supresión del escrutinio secreto en el Parlamento, el gran sueño del líder socialista, Bettino Craxi. Éste acaba de declarar, sin embargo, que no cree que el momento esté ya maduro para llegar a tanto.

Para los socialistas, como ya indicó en otra ocasión a este diario Gennaro Acquaviva, brazo derecho y consejero personal de Craxi, es de gran importancia que se llegue pronto a una elección directa de la primera autoridad del país, porque a través de ella, por fin, quedarían constituidas dos grandes fuerzas políticas: una conservadora, guiada por la Democracia Cristiana, y otra progresista. Esta última, según Acquaviva, tendría obligatoriamente que integrarse en torno a un socialista, ya que las circunstancias actuales hacen imposible un candidato comunista para la elección directa del presidente de la nación.

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