Francia prefiere deslindar la colaboración política con España de la lucha antiterrorista

La coordinación de las presidencias española y francesa de la Comunidad Europea (CE), que se sucederán durante el año 1989, será el tema central del seminario hispano-francés que reunirá el próximo fin de semana en León a una docena de ministros y secretarios de Estado por cada uno de los dos países. Al seminario de León asistirán los ministros del Interior español y francés, José Luis Corcuera y Pierre Joxe, respectivamente, que no habían participado en algunas reuniones de este tipo celebradas anteriormente, reservando la cooperación en este terreno, y en especial la lucha antiterrorista, a ...

La coordinación de las presidencias española y francesa de la Comunidad Europea (CE), que se sucederán durante el año 1989, será el tema central del seminario hispano-francés que reunirá el próximo fin de semana en León a una docena de ministros y secretarios de Estado por cada uno de los dos países. Al seminario de León asistirán los ministros del Interior español y francés, José Luis Corcuera y Pierre Joxe, respectivamente, que no habían participado en algunas reuniones de este tipo celebradas anteriormente, reservando la cooperación en este terreno, y en especial la lucha antiterrorista, a los frecuentes contactos bilaterales.

Cuando se habla de una posible mayor implicación de Francia en una eventual reanudación del diálogo con la organización terrorista ETA, fuentes francesas se muestran partidarias de la separación de los asuntos de Interior del resto de la cooperación entre los dos países para evitar que el seminario de León se convierta, sobre todo en su reflejo en la opinión pública, en un tema monográfico. España considera, sin embargo, que la presencia de Corcuera y Joxe demuestra la re levancia que Francia concede a la cooperación antiterrorista.En un momento especialmen te dulce de las relaciones entre los dos Estados, el encuentro de León, que estará presidido po los ministros de Asuntos Exteriores de España, Francisco Fernández Oróñez, y de Francia Roland Dumas, servirá también para preparar la cumbre que mantendrán los días 25 y 26 de noviembre en París el presidente del Gobierno español, Felipe González, Y,el presidente de la República Francesa, François Mitterrand.

No obstante pese al buen momento de las relaciones bilaterales, no deja de haber discrepancias en algunos aspectos. Sobre las presidencias comunitarias, España insiste en la "coordinación", mientras que Francia parece poner el acento en que el pe,ríodo español, de enero ajulio de 1989, sea más bien una "preparación" de la presidencia francesa, que tomará el relevo hasta finales de año.

Otro de los temas calientes es la pretensión francesa de que España participe con un 13% en el proyecto de avión de combate Rafale. El Gobierno español, que participa asimismo en el proyecto EFA, el avión de combate europeo, junto a la República Federal de Alemania, el Reino Unido e Italia, pretende rebajar a la mitad su aportación al desarrollo del Rafale.

El Rafale

La participación española, así como la de Bélgica, con un 10% es vital para que el proyecto francés, con un coste mínimo de 120.000 millones de francos (2,4 billones de pesetas) no se convierta en una operación ruinosa. El propio primer ministro francés, Michel Rocard, declaró recientemente que el programa del Rafale estaba en "estado de siniestro avanzado".

Las mismas fuentes francesas consideran que la cooperación hispano-francesa funciona perfectamente en el nivel político, pero algunos proyectos, especialmente los de defensa, se estancan cuando descienden al terreno concreto de los técnicos. Esas fuentes achacan este problema a una cuestión generacional y a una percepción diferente de las prioridades entre políticos y militares.

Francia planteará también en León el conflicto de la pesca en el golfo de Vizcaya, tras los enfrentamientos producidos el pasado mes de agosto entre pescadores españoles y franceses. Los franceses utilizan en esa zona atunera redes pelágicas, que incrementan considerablemente las capturas y, según los pescadores españoles, destruyen los bancos pesqueros.

Francia persigue sobre todo aumentar su volumen de capturas con vistas a la próxima revisión de las cuotas por parte de la Comunidad Europea. España se opone al empleo de ese método de pesca, pero la Comisión Europea no se ha pronunciado sobre la prohibición reclamada por los españoles.

También en el ámbito comunitario, aunque sin la conflictividad del informe pesquero, los ministros de Trabajo español y francés tratarán de la construcción del espacio social europeo.