Sangre de ocho enfermos

La misión del Discovery -cuatro días y 57 minutos que acabarán con un aterrizaje el próximo lunes en la base de Edwards, en California- es doble. Probar un transbordador prácticamente nuevo y poner en órbita un satélite de comunicaciones que permitirá en el futuro un contacto constante entre el espacio y una única estación en Estados Unidos.Un satélite igual al TDRS -cuesta 12.500 millones de pesetas- se perdió en el desastre del Challenger. Seis horas después del lanzamiento, la tripulación lanzará al espacio el satélite TDRS, de seguimiento y transmisión de datos, que, quedará ...

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La misión del Discovery -cuatro días y 57 minutos que acabarán con un aterrizaje el próximo lunes en la base de Edwards, en California- es doble. Probar un transbordador prácticamente nuevo y poner en órbita un satélite de comunicaciones que permitirá en el futuro un contacto constante entre el espacio y una única estación en Estados Unidos.Un satélite igual al TDRS -cuesta 12.500 millones de pesetas- se perdió en el desastre del Challenger. Seis horas después del lanzamiento, la tripulación lanzará al espacio el satélite TDRS, de seguimiento y transmisión de datos, que, quedará situado en una órbita estacionaria a 35.680 kilómetros sobre las islas Hawai.

Ya existe un satélite igual sobre el Atlántico. El lanzado ayer desde el Discovery pesa 2.500 kilos, recibirá su energía del sol y puede transmitir en un segundo el contenido de una enciclopedia de 20 volúmenes, de 1.200 páginas cada uno.

Más información

El Discovery lleva a bordo sangre de ocho enfermos de leucemia, diabetes e hipertensos para realizar un experimento sobre la formación y producción de células rojas en condiciones de microgravedad. Servirá para saber si el ambiente del espacio puede ser utilizado para investigar enfermedades como el cáncer.

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