Un 'yonqui' de 13 años

José Romero Amador, heroinómano y enfermo de SIDA, un personaje singular en Úbeda

Para José Romero Amador, el niño heroinómano de 13 años de edad, "el pique es ya otra historia". Este niño, enfermo de síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), fue localizado por la policía de Ubeda (Jaén) después de difundirse la falsa noticia de su fallecimiento a causa de una sobredosis de droga.

Joselillo, como es conocido en Úbeda, es un joven de escasa estatura y de canija complexión fisica. A sus 13 años se ha convertido en un personaje singular de su barrio, donde sus amigos le guardan respeto y le temen. Su madre, Luisa Amador, separada de su marido desde hace 10 años, h...

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Para José Romero Amador, el niño heroinómano de 13 años de edad, "el pique es ya otra historia". Este niño, enfermo de síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), fue localizado por la policía de Ubeda (Jaén) después de difundirse la falsa noticia de su fallecimiento a causa de una sobredosis de droga.

Joselillo, como es conocido en Úbeda, es un joven de escasa estatura y de canija complexión fisica. A sus 13 años se ha convertido en un personaje singular de su barrio, donde sus amigos le guardan respeto y le temen. Su madre, Luisa Amador, separada de su marido desde hace 10 años, ha sabido buscarle las artimañas a la vida para "sacar adelante a sus seis hijos". Otros dos de ellos también son adictos a la droga.Luisa se gana el pan de la familia acudiendo a cuantos mercadillos puede a trapichear sus cosas, y con ella va de cuando en cuando Joselillo. Ésta es la única ocupación de su hijo José, nacido en Barcelona cuando la familia vivía unida. La mayor parte del tiempo de este muchacho transcurre en un parque de Úbeda, donde acude diariamente a encontrarse con sus colegas, a los que su madre ha intentado agredir en más de una ocasión por estar matando a su José "con cosas malas", según declara.

Las relaciones entre madre e hijo no son buenas. Luisa las justiica así: "No quiere estar conmigo nunca porque yo le estoy diciendo siempre que deje eso y cada vez que sale algo malo en la tele le digo: mira, eso lo vas a coger tú si sigues así". Luisa se enteró del falso fallecimiento de su hijo al volver de Jaén "de médicos" para su hija, y el sábado estuvo toda la tarde en la comisaría intentando que alguien le informara cómo pueden pagarle el mal que han hecho a José y a la familia. En la comisaría, Luisa reconocía a este periódico las "malas juntas" de Joselillo y aseguraba: "Desde que me enteré de lo que le pasaba a mi hijo José ni vivo, ni como, ni duermo".

Joselillo no quiere ver a los médicos y, pese a su delicado estado de salud, declina toda invitación de su madre para ser atendido.

El menor, visiblemente afectado por alguna sustancia alucinógena, explicó de la siguiente forma cómo se enteró de su singular fallecimiento: "Yo estaba aquí [en el parque] y la policía vino y me lo dijo; a mí no me parece bien eso de que digan que estoy muerto cuando no es verdad. Alguien tendrá que pagar todo esto, porque ha venido familia mía de Tarragona y de Murcia a mi entierro cuando yo estoy bien y ya no me pincho", declaró Joselillo.

Las declaraciones que dieron origen a la falsa noticia de la muerte de José Romero partieron de un asistente social relacionado con un centro de reinserción de toxicómanos que aseguró, el pasado miércoles, al Diario Jaén que el menor había aparecido muerto el día anterior por sobredodis en Linares (Jaén).

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