MUERTE EN LA CÁRCEL

"No soy nada, nada"

El pasado viernes, Rafael Escobedo conversaba en su celda con el periodista de la cadena SER Matías Antolín, para el programa A vivir, que son dos días que se emitirá íntegramente este fin de semana. La SER emitió ayer fragmentos de la entrevista."A vosotros, que sois la justicia", decía el preso, "me gustaría preguntaros por qué tanta maldad, tanta vileza, tanta dureza". Y agregaba: "Estos días, más que días, son noches; y noches frías, de infinita soledad".

Hace dos semanas, en el programa de televisión El perro verde, Rafl Escobedo se interrogaba ante las cámaras: "¿Hay...

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El pasado viernes, Rafael Escobedo conversaba en su celda con el periodista de la cadena SER Matías Antolín, para el programa A vivir, que son dos días que se emitirá íntegramente este fin de semana. La SER emitió ayer fragmentos de la entrevista."A vosotros, que sois la justicia", decía el preso, "me gustaría preguntaros por qué tanta maldad, tanta vileza, tanta dureza". Y agregaba: "Estos días, más que días, son noches; y noches frías, de infinita soledad".

Hace dos semanas, en el programa de televisión El perro verde, Rafl Escobedo se interrogaba ante las cámaras: "¿Hay alguna forma de curarse de la desesperación más absoluta?" Para expresar finalmente: "¡Dios mío, no saldré de aquí vivo!".

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En el mismo programa añadía también: "La cárcel me ha destruido. Es que no soy nada, nada. Ahora vegeto, intento vegetar para no sufrir. No veo otra salida que el suicidio". "Me refugio únicamente en esto [refiriéndose al tabaco] y en las drogas".

Hace apenas ocho años, semanas después de cometerse el llamado crimen de los Urquijo, afirmaba a EL PAÍS en el apartamento de su hermano Carlos en Madrid : "Chiqui, yo no me escondo, no tengo por qué". Y comentaba, en relación a su esposa Miriam, lo "enamorado como un burro" que había estado de su ex mujer, que llevarse mal con los suegros, "para nada".

Rafi confiaba en los suyos, que todavía no eran para él "unos extraños", pero se desplomó cuando se declaró culpable del asunto. "Lo hice porque pensé que no me iban a condenar, porque era inocente, porque era un ingenuo... Me llevaron a un punto en que me derrumbé, querían que dijera eso", confesó. A Escobedo le preocupaba que "por ser personaje público" no le concedieran "permisos terapéuticos de salida" de la cárcel.

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Aclaraciones judiciales

En una entrevista concedida a EL PAÍS en octubre de 1981, Escobedo, tras siete meses de detención, declaraba que durante todo este. tiempo se le había echado a él "toda la mierda encima", y añadía: "Pronto aclararé ante el juez todo lo relativo a la muerte de mis ex suegros". Sin embargo, se negó a nombrar a los demás supuestos implicados en el caso. Escobedo se escudaba en la autoprotección: "Tengo que velar por mis propios intereses".

A pesar de ello, siete años más tarde, en el programa de la cadena SER antes citado, Rafeal Escobedo manifestaba en una crítica a la justicia que ésta "no es de los jueces ni de los fiscales, ni de los poderosos; la justicia es la del cartero, la del chaval que va a la mili, la del ama de casa, la del objetor de conciencia, la de todos".

En la entrevista radiofónica, el preso concluía que los fiscales y los jueces "son los que mandan" a pesar de que "son los que menos entienden" la justicia. Rafi Escobedo lanzaba al aire la siguiente pregunta: "¿Por qué tanto daño? No sé que se gana con ello".

Al hilo del nombre del programa de la SER Escobedo llegó a decir: "Vivir, aunque sean dos días, pero que esos dos días sean buenos".

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